Está desconectado. Se trata de una versión de solo lectura de la página.
El pasado miércoles, 23 de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin anunció el inicio de una operación militar en el este de Ucrania. Sin embargo, el ataque fue más allá de la región de Donbass y más de diez ciudades ucranianas, incluida la capital, Kiev, están siendo atacadas.
La historia de Ucrania es compleja. Hace poco más de 30 años el país se convirtió en una nación independiente de Rusia, pero la inestabilidad política y las crisis internas se han intensificado recientemente. Ucrania nunca ha sido una nación caracterizada por la uniformidad: el noroeste del país está formado mayoritariamente por ucranianos, mientras que el sureste tiene una mayoría rusa.
Los cristianos de Ucrania no han olvidado lo que significa ser perseguidos. Incluso antes de la invasión rusa, las iglesias de la parte occidental del país ya se estaban preparando para esta posibilidad. A diferencia de lo que estas esperaban, el peligro llegó desde la región oriental. Así, los cristianos del occidente del país afirmaron que apoyarán a sus hermanos en Cristo de otras partes de Ucrania.
«Las iglesias se han puesto de acuerdo», dice Yarsolav Pyzh, presidente del Seminario Teológico Bautista de Ucrania. «Las que están en la parte occidental del país han ofrecido refugio a los hermanos que viven en las regiones más difíciles en este momento. En el este de Ucrania, las iglesias están preparadas para actuar en la clandestinidad si Rusia toma el control de esa parte del país».
«Ya en la historia experimentamos persecución durante el dominio de la Unión Soviética. La iglesia de Ucrania no ha olvidado lo que significa ser perseguida. Nos reorganizaremos y seguiremos haciendo lo que siempre hacemos, predicar el evangelio», dijo el pastor.
En Ucrania, las iglesias de la región oriental de Donbass están sometidas a una presión creciente desde 2014, cuando las protestas antigubernamentales desembocaron en un levantamiento respaldado por Rusia en las provincias de Donetsk y Luhansk, donde
los rebeldes establecieron repúblicas autoproclamadas independientes. La guerra entre los separatistas apoyados por Rusia y el gobierno de Kiev, la capital ucraniana, ha provocado a lo largo de los años la huida de millones de personas de sus hogares
y la muerte de otras tantas, causando una crisis humanitaria.
Las autoridades de ambas repúblicas han impuesto normas que obligan a las organizaciones religiosas a registrarse. Desde 2019, una lista de 195 organizaciones religiosas registradas por las autoridades de Luhansk mostraba que no se había concedido ningún permiso a las comunidades protestantes.
En junio del año pasado, las autoridades de la República Popular de Donetsk prohibieron el funcionamiento de tres iglesias cristianas y confiscaron los edificios de otras. En agosto, los libros de Charles Spurgeon y Billy Graham fueron incluidos en una lista de literatura «extremista» prohibida por un tribunal de la República Popular de Luhansk.
Señor, te pido que intervengas en esta difícil situación. Guarda tu pueblo a un lado y otro de la frontera. Te pido que protejas de los ataques y bombas a los habitantes de Ucrania, y por los creyentes del país, para que no se desanimen, sino que se mantengan firmes en la fe. Oro para que cese la violencia y los gobiernos de ambos países puedan alcanzar un acuerdo de paz. Amén.
