Hay mil millones de cámaras de vigilancia en el mundo, y la mitad de ellas están en China. Y están vigilando cada minuto de cada día. Para los cristianos clandestinos esto significa peligro.
Cada vez que Ming* se reúne con otros creyentes o hace contrabando de Biblias, hay un gran riesgo de que pueda ser detenido e, incluso, encarcelado.
Ming requiere de una fuerza y valentía extraordinarias para seguir adelante. Por eso te necesita. Con tu apoyo, los cristianos como Ming seguirán siendo resilientes y permanecerán como testigos de Jesús.
Ayúdanos a fortalecer a estos creyentes sometidos a una intensa vigilancia y grandes restricciones.
Con 62 € podríamos preparar a tres cristianos para afrontar los peligros del espionaje digital y ayudarles a permanecer firmes y dar fruto.
Por favor, vela por nuestros hermanos con tu oración y apoyo.