Reflexiones Siria | 17 septiembre 2022

Jesús, el buen pastor

Hay ocasiones en la vida cuando circunstancias le hacen a uno sentirse como si estuviera en un lugar árido, que toda la vida se está ahogando

 

 

Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

Isaías 58:11

Hay ocasiones en la vida cuando las enfermedades o las circunstancias vitales le hacen a uno sentirse como si estuviera en un lugar árido, que toda la vida se está ahogando. Le falta esperanza de futuro y parece que la mejor solución es salir de ese lugar o simplemente dejar de vivir.

Amir tiene más de ochenta años y vive solo en su piso en la última planta de un edificio cuyo ascensor ha dejado de funcionar debido a las consecuencias de la guerra en Siria. Sus hijos se fueron del país en busca de una vida mejor y su esposa falleció años atrás. Está completamente solo, su pensión no llega para cubrir sus necesidades básicas. Para colmo, no puede salir a la calle por las dolencias que tiene en sus piernas.

George está en su tercer año de sus estudios en medicina y Joëlle está en su tercer año de economía. A diferencia de otros jóvenes, ellos decidieron seguir en Siria. A pesar de ello, los ingresos de sus familias no alcanzan para cubrir los gastos de sus estudios. Quieren seguir viviendo en Siria y estudiar su carrera, pero sin ayuda no lo podrán hacer.

Rami es el director de un Centro de Esperanza en Damasco. Durante un tiempo estuvo proveyendo becas a estudiantes sin ningún requisito de contrapartida por parte de los receptores de las ayudas. Se dio cuenta de que esta ayuda llegó a convertirse en un derecho en la mente de los estudiantes. Así que decidió cambiar su estrategia.

Unió la necesidad de personas mayores como Amir con la necesidad de gente joven como George y Joëlle. Los mayores necesitan que gente joven vaya a verlos, llevarles comida y pasar un tiempo con ellos. Los jóvenes necesitan la ayuda económica para poder cursar sus estudios.

Así que Rami cambió los criterios para las becas. Este cambio ha reducido el número de estudiantes becados. Sin embargo, los que reciben las becas, están felices de hacer algo que de alguna manera compense el bien que están recibiendo. Amir, no es un simple benefactor de las visitas, él tiene mucha sabiduría que aportar a las vidas de George y Joëlle. Ellos ven la vida de otra manera como resultado de sus conversaciones con personas como Amir.

En un lugar donde reina la muerte y la destrucción a consecuencia de la guerra, la oración y el apoyo económico cambian la sequedad de la muerte en un manantial de vida ofreciendo esperanza a aquellos que de otra manera no tendrían ninguna. Un huerto de riego produce mucho fruto de diversos tipos. El fruto de las ayudas del Centro de Esperanza también es diverso, pero el fruto que más se ve es el de la esperanza.

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