Noticias 26 agosto 2021

Una creyente iraní denuncia que le infringieron «muchas torturas psicológicas»

La historia de Fatemeh Zarei, de 35 años, también conocida como Arina, es la primera de una nueva serie de artículos titulada «Declaración de testigos».

 

 

Arina describe su vida en la ciudad de Isfahan, en el centro de Irán, hasta que se convirtió y fue detenida junto con otros cristianos en 2013. Habla de su tiempo detenida y los interrogatorios:

«Estábamos en habitaciones separadas durante los interrogatorios. Una vez me llevaron a una celda para interrogarme. En medio de la celda había una silla, con la espalda hacia la puerta. El interrogador, sabiendo que yo tenía fuertes dolores de espalda, me dijo: «Siéntate en la silla y no mires atrás hasta que te levantemos».

«Llevaba más de dos horas sentada en la silla cuando oí a Bita gritar y llorar. Una vez, durante el interrogatorio de Bita, oí el ruido de una silla que se rompía y, como me habían golpeado, me preguntaba qué le estaría pasando».

«Esa noche tuve mucho miedo. Como no me permitieron girar la cabeza, sentí que estaban detrás de mí, esperando que me moviera para poder golpearme. Luego vino el interrogador y me devolvieron a la celda».

«Desde la celda se oía el sonido de otras personas que gritaban de dolor. Nos infligieron mucha tortura psicológica como ésta, y nos amenazaron, y nos hicieron muchas preguntas insultantes sobre nuestras familias».

Arina fue condenada a un año de prisión por «actividad antiestatal debido a la celebración de servicios religiosos en casa», pero no esperó al resultado de su audiencia de apelación. Un año después de su detención, huyó del país.