Noticias 14 julio 2016

“Solo conocemos 150 creyentes en Libia”

Año de oración por Libia

 

 

Hace más de cinco años, oficiales de todo el mundo se daban la mano con el Coronel Gadaffi en Trípoli. Después, la Primavera Árabe salió como una tormenta destructiva y furiosa sobre Libia. Gadaffi fue asesinado en su ciudad natal y ahora los occidentales difícilmente se atreven a entrar a Libia. Aún así, todavía hay Iglesia en el país norafricano. ¿Cómo les está  yendo a nuestros hermanos y hermanas? Uno de los trabajadores de Puertas Abiertas sobre el terreno, Colin*, responde a estas cinco preguntas:

¿Es Libia el ejemplo de cómo un levantamiento popular puede acabar mal?

Todo empezó de manera esperanzadora. En Julio de 2012, casi un año después de la muerte de Gadaffi, había elecciones. Pero el Gobierno apenas se había instalado cuando surgieron nuevas protestas populares. Los que se oponían al Gobierno empezaron su propio gobierno. En 2014 el autoproclamado Estado Islámico (EI) empezó a ganar apoyo e influencias. Las facciones Islámicas se declararon a sí mismas leales a ISIS. En los últimos meses el EI han estado bajo un fuerte ataque. Por encima de todo esto, las Naciones Unidas proclamaron otro Gobierno libio y poco después este Gobierno llegó a Libia. Resumiendo: en la actualidad hay tres gobiernos de Libia y existen todo tipo de grupos armados, todos ellos luchando para conseguir más poder.

¿Cómo es la Iglesia en Libia?

Gran parte de los cristianos en Libia son emigrantes de otras iglesias. Estos son en su mayoría subsaharianos procedentes de los países al sur de Libia que llegan por trabajo o trabajadores egipcios que tratan de ganarse la vida en el país. Ellos ya estaban aquí antes de la caída de Gadaffi. Todos juntos en total son alrededor de 25,000 cristianos extranjeros. La Iglesia local en Libia es muy pequeña y joven. Solo conocemos cerca de 150 cristianos libios. En profunda clandestinidad, se reúnen en pequeños hogares-iglesias.

Libia es el número diez en el ranking de la persecución cristiana. ¿En qué manera sienten los cristianos esta presión?

Libia es un país con mucho miedo en su cultura. Anteriormente, tenías que ser muy cauteloso cuando hacías cosas en contra del gobierno de Gadaffi. Las personas se observaban unas a otras. Eso aún pasa. La manera en que las personas tratan a los cristianos es diferente. Conozco a un joven de 18 años que se convirtió a la fe en Cristo y sus padres lo enviaron a una clínica psiquiátrica. Eso dice mucho acerca de cómo las personas ven a los cristianos.

Esto aparte, los inmigrantes creyentes en Libia son bastantes pobres. Muchos viven juntos en casas de alquiler. Eso los hace más vulnerables. El grupo de egipcios cristianos que fue asesinado por ISIS en una playa en Libia en enero de 2015 era un grupo de inmigrantes que vivían juntos.

¿Cómo mantienen los cristianos su motivación para ir a los servicios de las iglesias?

Los inmigrantes cristianos tienen una especie de acuerdo caballeroso con el Gobierno local. Cuando no trabajan con libios y solo le predican a su propia gente, pueden reunirse. Los anglicanos, los católicos romanos y los coptos se reúnen edificios eclesiales. Pero se está haciendo más y más peligroso y necesitan protegerse a sí mismos. Aun así la gente está viniendo a la iglesia. Esto no es por un análisis de riesgos, sino que se basan en una profunda confianza en el Señor. “Por la gracia de Dios y por vuestras oraciones, nos va bien”, dijo un pastor Libio cuando le pregunté cómo le estaba yendo.

¿Qué podrían hacer los cristianos de todo el mundo por la Iglesia en Libia?

Los creyentes libios confían en Dios y se apoyan en nuestras oraciones. Diría que no los decepcionemos en esa confianza y que perseveremos en nuestras oraciones por los hermanos y hermanas libios. Cuando oramos por ellos se sienten apoyados.

*Nombres cambiados por razones de seguridad