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A los ojos de la gente de su pueblo, Nina* era una infiel que había abandonado su fe. Al principio, su marido, musulmán, no sabía que se había hecho cristiana y que iba a la iglesia a escondidas, hasta que los vecinos se enteraron y la delataron. Dijeron al marido que ahora él tampoco podría ser enterrado en su pueblo natal por ser considerado también un infiel.
Nina recibió una gran paliza a manos de su marido, enfadado y avergonzado de ella. La mujer tuvo que pasar cinco días en casa y ocho en el hospital. Su marido pegó igualmente a su hijo, quien iba a la iglesia con su madre y también es creyente.
El marido de Nina le dijo que renunciara a su fe en Jesucristo y dejara de ir a la iglesia, pero ella se negó y se mantuvo firme. Su marido decidió abandonarla. Actualmente, Nina vive sola con su hijo. Ha perdido la audición en el oído derecho debido a la traumática paliza que recibió. Te rogamos que ores por Nina y su hijo.
Nina es una de las muchas personas que sufren a causa de su fe en Kirguistán. Fuera de la capital, Biskek, los extremistas islámicos siguen atacando violentamente a los que no son musulmanes. Según la organización Forum 18, el fuerte aumento de estos ataques que comenzó en 2022 no muestra signos de desaceleración en 2023. Muchos creen que las autoridades locales son cómplices de estos ataques selectivos. Sin nadie a quien pedir ayuda, las personas no musulmanas se encuentran en una situación vulnerable.
Se han dado casos de radicales islámicos que impiden a los no musulmanes celebrar funerales, así como cumplir los deseos del difunto. Para poder enterrar a sus seres queridos, algunos no han tenido más remedio que convertirse al islam.
En noviembre de 2022, una turba amenazó a unos cristianos de etnia kirguisa con echarlos de sus casas si no se convertían al islam. Forum 18 informó de que las autoridades locales intervinieron para calmar la situación, pero no presentaron cargos. Los funcionarios se negaron a explicar por qué no se han emprendido acciones legales contra las personas implicadas y no comentaron ningún plan para evitar que se repitan este tipo de ataques. Los creyentes locales guardan silencio sin quejarse por temor a las represalias de las autoridades y las turbas si alzaran la voz.
Kanatbek Midin Uuly, de la Comisión Estatal de Asuntos Religiosos, al referirse a los ataques, declaró: «Son solo casos aislados. No pueden ensombrecer la situación generalmente positiva de la libertad religiosa». Sin embargo, teniendo en cuenta los numerosos ataques e injusticias que sufren las personas no musulmanas de Kirguistán, la libertad religiosa parece un lujo que solo pueden permitirse los musulmanes.
Recibe las últimas noticias en tu móvil. Suscríbete a nuestro canal de Telegram.Señor, te doy gracias por la valentía y el ejemplo de Nina. Oro para que tú la sostengas en este momento tan difícil, que ella pueda experimentar tu paz y cuidado. Oro también por aquellas mujeres que sufren situaciones similares, para que puedan ser consoladas por ti. Amén.
