¿Cuántos cristianos hay en Bután?
Hay 19 500 cristianos en Bután. Aunque se trata de un país pequeño, los cristianos son una pequeña minoría: solo el 2,4 % de la población total.
¿Cómo es la persecución en Bután?
A pesar de las declaraciones del gobierno butanés de que las organizaciones religiosas no necesitan registrarse, sigue siendo difícil celebrar eventos cristianos con otros creyentes en Bután. Ninguna iglesia cuenta con el reconocimiento oficial del gobierno, lo que significa que, técnicamente, todas las comunidades cristianas son ilegales. Se espera que todos los ciudadanos de Bután sigan el budismo, la religión del Estado. Cualquiera que lo abandone para seguir el cristianismo será puesto bajo vigilancia y es probable que reciba presiones para volver a su antigua religión por parte de la comunidad que le rodea, los líderes budistas locales y hasta su propia familia.
Las comunidades evangélicas y pentecostales se encuentran aún más expuestas a la vigilancia y las redadas de las autoridades. Los funcionarios locales pueden negarse a expedir a los cristianos la documentación necesaria para realizar trámites básicos tales como: solicitar préstamos, registrar propiedades, buscar empleo y renovar documentos de identidad. Además, a la comunidad cristiana también se le niega la ciudadanía, lo que repercute negativamente en la capacidad de los creyentes para hacer negocios, poseer bienes inmuebles o recibir educación superior. También se obliga a los cristianos a seguir rituales budistas como parte de la formación obligatoria paramilitar.
¿Qué ha cambiado durante este año?
La situación general de los cristianos no ha cambiado mucho en Bután durante el último año. La presión aumentó ligeramente en algunas zonas y disminuyó en otras. Pero el día a día de los cristianos sigue siendo difícil y lleno de muchas presiones. La vida cotidiana se ha vuelto aún más difícil para los conversos, debido a la creciente falta de reconocimiento oficial ante el gobierno y al rechazo de sus familias, compañeros y sociedad en general; incluso sus hijos pueden sufrir discriminación en la escuela.
Como los cristianos no pueden formar iglesias de manera legal, el hecho de reunirse para celebrar un culto siempre conlleva cierto riesgo, ya que las reuniones de iglesia solo se permiten dentro de una zona gris del marco legal. La mayoría de los grupos cristianos informales pueden reunirse libremente, siempre que no llamen demasiado la atención, hablen de Jesús públicamente o desafíen el statu quo.
«Las sesiones de formación me llenaron de energía. Gracias por abrirme los ojos y el corazón para ver al Señor»
Pratik Bhujel (nombre ficticio), joven cristiano de Bután que asistió a una formación de Puertas Abiertas (marzo de 2023)
¿Quiénes son más vulnerables a la persecución?
Los más expuestos son los cristianos conversos, sobre todo los procedentes del budismo.
¿Cómo sufren las mujeres la persecución?
En Bután, las mujeres cristianas que se abandonan el hinduismo o el budismo corren el mayor riesgo de persecución, que se suele materializar en un profundo maltrato emocional por parte de sus familias o en el divorcio de sus maridos. Otro riesgo es que, debido a las prácticas polígamas del país, el cónyuge de una conversa pueda simplemente casarse con otra mujer, lo cual aumenta el temor entre ellas a ser abandonadas o marginadas por sus maridos a causa de su nueva fe en Dios.
Las mujeres cristianas casadas con hombres no cristianos también pueden son presionadas por la sociedad para permanecer con sus maridos a pesar de los malos tratos domésticos. Por último, las mujeres solteras que se convierten al cristianismo corren el riesgo de ser obligadas a casarse forzosamente, aunque este hecho ha sido poco frecuente en los últimos años.
¿Cómo sufren los hombres la persecución?
Los hombres y niños cristianos suelen sufrir persecución a través de sus familias: corren el riesgo de ser repudiados, de verse obligados a abandonar el hogar familiar y de perder su herencia. También pueden suelen ser presionados por sus compañeros de clase o trabajo y por la comunidad local, lo que les hace sentirse solos y rechazados. Esta presión se extiende al lugar de trabajo; cuando los cristianos varones pierden su empleo o son excluidos de la oferta agrícola a causa de su fe, toda la familia se ve afectada por la pérdida económica que esta falta de oportunidades les traerá, encareciendo notablemente su nivel de vida.
Conoce a James Sherpa
James Sherpa (nombre ficticio) es un joven cristiano de Bután que, al empezar a ser perseguido por su fe en Dios, asistió a un seminario organizado por los colaboradores de Puertas Abiertas en el país y aprendió a ser fiel, digno de confianza y valorar la verdad a través del ejemplo de Timoteo en la Biblia.
«Aprendí que debemos dar gloria a Dios con nuestras vidas y que tenemos que aceptar la persecución porque es inevitable en nuestra vida. Gracias a Puertas Abiertas por equiparnos ante el sufrimiento»
James Sherpa (nombre ficticio) (septiembre de 2022)
¿Qué hace Puertas Abiertas para ayudar?
Puertas Abiertas trabaja a través de colaboradores locales para fortalecer a los cristianos perseguidos en Bután mediante el apoyo en la oración y otras ayudas prácticas de emergencia.
Ora por los cristianos que encontraron a Jesús fuera del budismo, para que Dios los proteja de la presión, la discriminación y la persecución por su decisión.
Pide a Dios que las comunidades cristianas de Bután puedan reunirse sin restricciones, y dale gracias por la capacidad y las ganas de los creyentes butaneses para reunirse.
Ora por los cristianos que han perdido familiares, propiedades o cualquier cosa por seguir a Jesús, para que Dios los consuele y les dé su paz que sobrepasa todo entendimiento.
Querido Dios, te pido que llenes de valor y fuerza a mis hermanos en Bután, para que puedan adorarte libremente. Te pedimos que ablandes los corazones de las autoridades y de la sociedad en Bután, para que las personas que lleguen a conocerte sean libres de vivir su fe públicamente. Oro por las iglesias y sus líderes que corren peligro porque no pueden registrarse; te pido que les des paz y esperanza, que les hables en sus cultos y que ojalá algún día puedan celebrarlos con libertad. Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.
