En un campamento improvisado en el norte de Nigeria, las tiendas de campaña se extienden hasta donde alcanza la vista. Las moscas zumban en el caluroso y quieto aire. La comida es escasa, las enfermedades abundan y no hay agua corriente.
Y, sin embargo, este es el «hogar» del pastor Barnabé, su esposa y sus cinco hijos.
Quizá recuerdes al pastor Bernabé, de la campaña Levántate África del año pasado. En aquel entonces, nos compartió su historia: un relato desgarrador de cómo su familia fue perseguida violentamente y expulsada de su hogar. Luchaban por sobrevivir en condiciones espantosas. Los niños no iban a la escuela y él tenía unas heridas dolorosas por el ataque.
Se trataba de un pastor abrumado por la tarea de atender a una comunidad que estaba perdiendo la esperanza.
«Millones de cristianos están desplazados aquí en Nigeria», nos dijo el pastor Bernabé en ese momento, con la voz quebrada por la emoción. «Pero nadie habla de ello. Seguimos en la oscuridad. ¿Cómo te sentirías si fueras olvidado?».
Hoy, casi un año después, el pastor Bernabé no ha sido olvidado, gracias a ti.
«Doy gracias a Dios por vosotros»
Tus oraciones y apoyos han sido vitales para el pastor Bernabé y muchos otros. Aunque permanecen en el campamento para personas desplazadas, saben que no están solos.
Más de 4700 familias han recibido paquetes de alimentos que les durarán tres meses; estos incluyen maíz, arroz, alubias y aceite. Los creyentes han recibido Biblias para mantenerlos fuertes en la fe. Y nuestros colaboradores de Puertas Abiertas han proporcionado atención postraumática para ayudar a las personas a encontrar esperanza en medio de su sufrimiento.
Gracias a tu apoyo, el pastor Bernabé también tiene programada una operación para extraerle la metralla del brazo. Mientras tanto, su esposa se ha unido a nuestra capacitación en habilidades para la subsistencia, donde se le ayudará a aprender a generar ingresos.
«Estoy feliz y agradecido de que no nos abandonasteis», dijo el pastor Bernabé. «Mi esposa deseaba aprender un oficio, pero no había dinero para apoyarla en este sentido. Doy gracias a Dios por vosotros, porque ahora ella está aprendiendo». Añadió: «Mis hijos han vuelto a la escuela gracias a la ayuda que he recibido. Y en cuanto a mi operación, gracias por el ánimo y el apoyo».
Más de 16 millones de cristianos en África Subsahariana han sido expulsados de sus hogares por la persecución violenta. Muchos, como el pastor Bernabé, han pasado años viviendo en campamentos temporales. Ahora, gracias a ti, su restauración está en camino.
Señor, te pido que abras puertas para que el pastor Barnabé encuentre un trabajo digno y un hogar seguro para su familia. En medio de los planes de reubicación del campamento, te ruego por la seguridad y la paz de los creyentes que allí viven. Fortalece a todos los cristianos desplazados en África, para que sigan firmes en su fe y caminando contigo, pase lo que pase. En el nombre de Jesús, amén.