Cristiano norcoreano capturado por la policía

Hyuk-Soo se convirtió en creyente hace varios años a través de los colaboradores de Puertas Abiertas que le hablaron de Jesucristo. Fue discipulado e incluido en nuestro programa de casas de acogida y refugios fuera de Corea del Norte.

Nuestros contactos nos dicen que Hyuk-Soo (nombre ficticio) es un alumno fiel que siempre ha deseado saber más sobre la Biblia. En la casa de acogida, participaba activamente en las lecciones bíblicas diarias.

En este momento, desconocemos su paradero. Lo que sí sabemos es que, en muchos casos, cuando los norcoreanos detenidos son descubiertos con algún indicio de ser cristianos y son devueltos a Corea del Norte, ellos y su familia se enfrentan a un encarcelamiento en un campo de trabajo de máxima seguridad, al exilio o incluso a la ejecución. Recientemente, informamos de que más de una docena de creyentes fueron ejecutados inmediatamente cuando los guardias se infiltraron en un culto secreto en Corea del Norte. Sus familias (más de 100 personas) fueron detenidas y enviadas a un campo de trabajo para presos políticos.

Durante 20 años consecutivos, Corea del Norte ha sido el número uno en la Lista de Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas. Este año, es el número dos, ligeramente por detrás de Afganistán. En Corea del Norte, es ilegal ser cristiano. Durante las últimas tres décadas, los creyentes han sido conocidos y tratados como la clase hostil. Cualquier cosa que ofrezca a la gente una lealtad alternativa a la dinastía gobernante Kim se considera peligrosa para el Estado. Los cristianos deben ocultar su fe, incluso a sus propios hijos.

Así que, como Cuerpo de Cristo, tenemos la urgente necesidad de orar por Hyuk-Soo y su familia en este momento. Las palabras de la creyente y exprisionera norcoreana Hea Woo nos recuerdan lo importante que son nuestras oraciones. Ahora vive en Corea del Sur.

«Mientras estaba en la cárcel, no podía entenderlo todo, pero sentía que los cristianos de diferentes países oraban por los que estábamos encarcelados», dice. «Eso nos reconfortó y se convirtió en una fuente de energía para nosotros».

Necesitamos oración por el líder de la casa de acogida.

También, por favor, apoyemos a uno de nuestros fieles colaboradores, Caleb*, que necesita nuestras oraciones. Caleb* es un fiel y dedicado colaborador local en nuestro programa de casas de acogida y refugios. Él contacta con los viajeros norcoreanos y se ocupa de los creyentes locales que lo necesitan. Caleb les enseña la Biblia a viajeros como Hyuk-Soo y, a veces, les proporciona alojamiento y comida. Aunque no podemos revelar muchos detalles sobre él, sabemos que ha estado muy enfermo en los últimos meses, hospitalizado durante semanas.

Nuestro contacto nos dice: «Las oraciones son muy necesarias para el ministerio y para Caleb, ya que él está a cargo de muchas partes importantes del mismo, incluyendo el cuidado de los creyentes y no creyentes de Corea del Norte. Gracias a vuestras oraciones y a vuestro apoyo, y al amparo de Dios, nuestro ministerio de casas de acogida y refugios para los fugitivos norcoreanos continúa».

Hea Woo nos recuerda: «Aunque no podamos encontrarnos, comuniquémonos a través del Espíritu, en Jesucristo. Oremos juntos y hagamos el bien. Espero que nuestro Señor sea glorificado. Creo que, en el momento señalado por Dios, todas las oraciones serán respondidas y habrá libertad religiosa en Corea del Norte. Resistamos con paciencia y esperemos hasta que llegue ese día».