Es difícil de imaginar un millón de Biblias. Quizá puedas pensar en un centenar de ellas, o incluso un millar, pero un millón es una cantidad extraordinaria. ¿Sabías que esa fue la cantidad de Biblias que un equipo de trabajadores
de Puertas Abiertas entregó en una playa china en una noche, hace 41 años?
Esta es la extraordinaria historia de esa noche, y el legado que ha dejado.
Todo comenzó con una petición de 30 000 Nuevos Testamentos. Después de que su marido fuera encarcelado por su fe, Mama Kwang dirigió una amplia red de iglesias domésticas en China.
Las Biblias estaban prohibidas en China, pero aquello no apagó el hambre que había en la iglesia clandestina por conocer la Palabra de Dios. Mama Kwang pidió 30 000 Nuevos Testamentos para responder a una necesidad inmediata,
y los trabajadores de Puertas Abiertas los introdujeron de contrabando en el transcurso de diez días.
Pero Mama Kwang sabía que esto era sólo una solución a corto plazo.
«Si todos los cristianos que conocemos han de tener una Biblia, entonces necesitaremos un millón».
MAMA KWANG
«Muchas gracias por estos Nuevos Testamentos», dijo, «pero se nos quedan cortos. Si todos los cristianos que conocemos han de tener una Biblia, necesitaremos un millón de Biblias».
Y de un profundo deseo por conocer la Palabra de Dios nació el Proyecto Perla. Inspirado en Mateo 13:45, donde Jesús compara al Reino de los Cielos con una perla de gran valor, un grupo de intrépidos misioneros se unió para realizar una tarea que parecía
casi imposible: introducir un millón de Biblias en la China de los años 80.
Sin embargo, la noche del 18 de junio de 1981, el sueño se hizo realidad.
Para muchos cristianos en el mundo, conseguir una Biblia continúa siendo muy difícil. En algunos países, imprimir o poseer una puede significar ser atacado o, incluso, arrestado. Por eso necesitamos tu ayuda.
Nuestro deseo es que cada cristiano pueda tener acceso a la Palabra de Dios hoy.
Con 18 € podrías ayudarnos a llevar la Palabra de Dios a los lugares más peligrosos para seguir a Jesús, dando a los cristianos perseguidos la oportunidad de tener su propia Biblia.
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Con 18€ podríamos proporcionar una Biblia a un creyente que, por causa de la persecución, no tiene acceso a la Palabra de Dios.