Está desconectado. Se trata de una versión de solo lectura de la página.
Aunque el pastor Yéremi Blanco no tenga que volver a la cárcel, sabe que continúa vigilado tras su detención durante las manifestaciones de julio. La violenta represión del gobierno contra las protestas del año pasado en todo el país ha llevado a Cuba a la Lista Mundial de la Persecución.
Después de 10 años, Cuba vuelve a estar entre los 50 países donde es más difícil vivir como cristiano, según la última clasificación de Puertas Abiertas publicada esta semana.
El país latinoamericano volvió a la lista sobre todo porque «el régimen dictatorial intensificó su acción contra todos los líderes y activistas cristianos que se oponen a los principios comunistas, especialmente después de las manifestaciones generalizadas que se produjeron en julio de 2021», dijeron los analistas de Puertas Abiertas.
La respuesta del gobierno al levantamiento fue una mezcla de «multas arbitrarias, vigilancia estrecha, denegación de licencias y visados religiosos, arrestos y abusos físicos y mentales», señalaron.
De las más de 1.000 personas que fueron detenidas, cientos siguen retenidas, a la espera de ser juzgadas.
El pastor Blanco dirige una iglesia bautista en la ciudad norteña de Matanzas. En julio se unió a las protestas pacíficas contra el gobierno que se apoderaron del país y fue detenido acusado de «alteración del orden público» y «sedición». Fue puesto en libertad al cabo de dos semanas, pero se le mantuvo bajo arresto domiciliario. En septiembre se enteró de que no tendría que enfrentarse a un juicio, pero se le impuso una multa de 800 pesos (unos 33 dólares).
«Debido a lo que me ha ocurrido, y a que he sido investigado por los sucesos del 11 de julio, la vigilancia de nuestra iglesia y de mí se hará más intensa», dijo a la web de noticias en español Protestante Digital. «Puede que incluso tengamos que enfrentarnos a más obstáculos que antes».
Las restricciones no son nada nuevo para las iglesias de Cuba. El gobierno reprime cualquier signo de oposición o crítica, y obtener un permiso para una nueva iglesia es prácticamente imposible. El último registro tuvo lugar antes de que el Partido Comunista llegara al poder en 1959, lo que obligó a muchas iglesias a operar ilegalmente. Históricamente, las iglesias han guardado silencio sobre cuestiones políticas, pero ante la creciente crisis económica y el aumento de las violaciones de los derechos humanos, son menos las que están dispuestas a hacerlo. Los investigadores de Puertas Abiertas señalaron la «creciente unidad» entre las iglesias de Cuba como un «desarrollo positivo» en el período del informe.
Uno de los pastores que sigue detenido es el pastor Lorenzo Rosales Fajardo. Compareció ante el tribunal justo antes de Navidad y se enfrenta a la posibilidad de una condena de 10 años de prisión por «falta de respeto», «agresión», «incitación criminal» y «desorden público». Su mujer, que fue el único familiar a la que se le permitió asistir a la vista, dijo que había sido un «espectáculo» en el que la fiscalía no aportó ninguna prueba de los delitos que supuestamente había cometido su marido.
Señor, te doy gracias por la labor de tus siervos en Cuba, por su trabajo a pesar del precio que pueden llegar a pagar. Te ruego que les des fe, denuedo y valentía, para continuar sirviéndote a ti y a tu pueblo. Te pido que la fe no falte a cada creyente, y que Tú transformes la situación de Cuba para que cada cristiano pueda seguirte en libertad. Amén.
