El día 26 de diciembre, mientras el grupo de mujeres cristianas se reunía de forma clandestina para celebrar la navidad, escuchar el evangelio y alabar a Dios, la policía entró en la casa de forma abrupta y detuvo la reunión.
Las autoridades comenzaron a registrar la casa y confiscaron todos los teléfonos móviles sin justificación ninguna. Además, tomaron fotografías de cada de una de las asistentes antes de detenerlas durante varias horas.
Las mujeres están siendo investigadas y deberán declarar ante la policía al menos una vez más. Por ahora las autoridades les han prohibido volver a reunirse juntas.
La situación en Turkmenistán es muy compleja para los cristianos. El estado y la opresión islámica son los principales agentes de la persecución en el país. Las iglesias cristianas no tradicionales son consideradas como religiones extranjeras o sectas y experimentan una gran presión y control por parte del gobierno. Además, el entorno mayoritariamente musulmán ejerce una gran presión sobre aquellos cristianos conversos del islam.
La realidad de la persecución en Turkmenistán es evidente y tanto el grupo de mujeres detenidas como los cristianos del país que tienen que enfrentarse a esta situación, necesitan tu oración y tu apoyo. Dedica un tiempo para orar con ellos en medio de la dificultad.