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Un pastor nigeriano ha sido asesinado por sus secuestradores en el norte del estado de Kaduna a pesar de que fue pagado el rescate por su liberación.
El reverendo Dauda Bature, pastor de la Iglesia Evangélica Winning All en Nariya, del Área de Gobierno Local de Igabi, fue secuestrado el 8 de noviembre mientras trabajaba en su granja. Diez días más tarde, los secuestradores también secuestraron a su esposa cuando ésta estaba entregando el rescate, alegando que la cantidad era insuficiente.
La liberaron el 6 de diciembre para que buscara más dinero, pero el secretario de la iglesia, que se había hecho cargo de las negociaciones con los secuestradores, recibió dos días después la noticia de que el pastor había sido asesinado.
«Lo que esto significa es que los bandidos se han vuelto muy crueles y brutales con sus víctimas. Ya no tienen piedad», dijo a Sahara Reporters el presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria en Kaduna, el reverendo Joseph Hayab.
«Esto demuestra que nuestro gobierno tiene que triplicar lo que está haciendo. Esta gente no puede ser derrotada mediante la retórica, sino con un fuego superior. A pesar de las medidas tomadas, siguen con su maldad».
Mientras tanto, 65 miembros de una iglesia bautista del Consejo Local de Chikun, en el estado de Kaduna, que fueron secuestrados durante un servicio religioso el 31 de octubre, fueron liberados el 4 de diciembre. Un familiar dijo a la cadena nigeriana Channels Television que se había pagado un rescate. Los secuestradores habrían exigido un rescate de 99 millones de nairas (unos 240.000 dólares) por su liberación.
Por otra parte, el 26 de noviembre, al menos 10 cristianos, entre ellos tres niños, murieron en un segundo ataque en una semana en el condado de Bassa, en el estado central de Plateau. Los militantes fulani asaltaron la aldea de Te'egbe poco después de la medianoche, quemando más de 100 casas y disparando a los residentes. Seis de los muertos pertenecían a la misma familia, declaró Danjuma Auta, líder de la comunidad y secretario general de la Asociación de Desarrollo Irigwe (IDA), a Morning Star News, añadiendo que casi 700 personas habían sido desplazadas tras el ataque.
«Una vez más, nos vemos obligados a expresar nuestro dolor por los nuevos ataques orquestados contra nuestro pueblo sin motivo alguno por parte de ganaderos fulani», ha declarado Auta. «Justo la semana pasada, estos ganaderos fulani nos enviaron una carta advirtiéndonos de un inminente ataque a nuestras comunidades, pero las autoridades militares de Jos, la desestimaron como una amenaza vacía».
Los acontecimientos se producen tras la decisión del Departamento de Estado de EE.UU. de retirar a Nigeria de la lista de violadores de la libertad religiosa; una decisión que fue criticada tanto por los líderes eclesiásticos de Nigeria como por los defensores de la libertad religiosa de todo el mundo. Illia Djadi, analista principal de Puertas Abiertas para la libertad de religión o creencia en el África subsahariana, afirmó que la decisión del Departamento de Estado «no está basada en hechos».
Nigeria está sufriendo una pandemia de violencia; las comunidades cristianas se han visto muy afectadas. «La mayor parte de esta violencia se produce en el norte, en forma de ataques de Boko Haram; la escisión de Boko Haram del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP); militantes fulani y bandidos armados; pero también se está extendiendo al sur», según el informe de país de Puertas Abiertas.
Señor, te ruego por las vidas de todos los que han perdido familiares y/o seres queridos en Nigeria, para que tu consuelo y paz esté con ellos y puedan sentir que no están solos en estos momentos. Te pido que obres en sus vidas, así como en las de aquellos que les persiguen, que transformes el corazón de los asesinos y cambies la situación de Nigeria. Amén.
