Noticias Burkina Faso | 27 octubre 2020

"Los Fulani también representan la imagen de Dios", afirma un pastor de Burkina Faso

Una gran parte del norte y el este de Burkina Faso, ubicada en África occidental, ha quedado notablemente desolada debido a la irrupción de grupos armados en la zona.

 

 

Uno de estos grupos radicales se llama Ansar ul Islam y ha estado reclutando gente entre los Fulani, que en su mayoría son musulmanes. A pesar de ello, un pastor está trayendo esperanza a las comunidades que luchan. Se trata del pastor Adama, también un Fulani cuyo nombre real se oculta para resguardar su seguridad, quien dice que todo esto ha derivado en una estigmatización y una imagen fracturada de toda una población étnica.

"A los Fulani se les considera militantes que tienen parte en ataques yihadistas, que causan muchos problemas en la región de Sahel", dijo el pastor Adama a World Watch Monitor. "Pero la verdad es que no todos los Fulani son terroristas y no todos los terroristas son Fulani. Nosotros, los Fulani, también somos la imagen de Dios y uno primero necesita ver eso".

A pesar de que Adama estudió teología en el Reino Unido, él siempre fue consciente de que iba a regresar a su país natal, especialmente a su gente. En este sentido, él describe que las actuales amenazas de seguridad son, valga la redundancia, una amenaza mucho mayor que la que supone el Covid-19.

El pastor Adama empezó en el centro de Burkina Faso una iglesia y un centro de capacitación, que ofrece a la gente la oportunidad de ser entrenados como plantadores de iglesia. Pero también aprenden habilidades para ganarse la vida, de modo que así puedan ayudar a sus respectivas comunidades.

"En medio de la estigmatización y la agenda del terrorismo que acarrea violencia, nosotros traemos paz y transformación a estas comunidades", dijo el pastor a World Watch Monitor.

Cabe destacar que, en los últimos años, Burkina Faso ha sido víctima de un importante incremento de los ataques de grupos yihadistas. La mayoría de estos ataques tienen lugar en el norte y noreste del país, donde las comunidades cristianas, que conforman el 25% de la población, han sido objeto de ataques puntuales. Es tanto así, que hay iglesias y escuelas que se han visto obligadas a cerrar, y al menos un millón de personas han tenido que huir de sus hogares.

Según un nuevo informe de la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos, Burkina Faso es un país reconocido por su tolerancia religiosa y armonía social. A pesar de ello, es un hecho que los límites en materia de libertad religiosa están siendo probados por las crisis de seguridad y humanitarias.

"Los actores armados y los oportunistas violentos, incluidos los actores afines al Estado Islámica y al Qaeda, han estado avivando el conflicto entre grupos religiosos para su propio beneficio", contiene el informe.

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