Historias India | 29 julio 2022

«No tengo miedo»

María fue golpeada, torturada y obligada a adorar a los ídolos hindúes.

 

 
María fue golpeada, torturada y obligada a participar adorando a los ídolos hindúes que tenían en su casa. Le resultaba difícil encontrar trabajo. Los colaboradores de Puertas Abiertas la ayudaron a salir adelante con un negocio de ropa. María dice: «Estoy muy contenta y agradecida a Dios porque me sigue recordando constantemente lo grande que es su amor y que su amor por mí nunca se agota».

María nació en el seno de una familia cristiana nominal y fue educada en un estilo de vida teóricamente cristiano junto a sus tres hermanos. Se casó con un hombre de familia hindú y fue obligada por su marido y sus suegros a realizar y participar en todos los festivales y rituales hindúes.

Maria

Ella dice: «Aunque nací y me crie en una familia cristiana nominal, realizar los rituales hindúes me resultaba incómodo. Pero si no lo hacía mi marido me golpeaba y torturaba».

María carecía de paz y seguridad, y fue en ese momento, durante una breve visita a casa de sus padres, cuando asistió a una reunión de oración. Después de la reunión, aceptó a Cristo y decidió seguirle. 

En palabras de María: «Me enamoré de Jesús y encontré una alegría y paz infinitas en Cristo. Mi corazón cargado y mi mente atribulada se calmaron y se liberaron mientras crecía en Él».
 

  

«Me enamoré de Jesús y encontré una alegría y paz infinitas en Cristo». 

María sabía que su marido y sus suegros se opondrían cuando se enteraran de que había aceptado a Cristo, por eso le adoraba en su habitación en secreto. A puerta cerrada, oraba y leía la Biblia. Pero al poco tiempo, su marido detectó que estaba leyendo la Biblia y orando, descubriendo así su nueva fe en Cristo.
 

Amor libertador

La vida de María se volvió dolorosa y lamentable, ya que la maltrataban, torturaban y obligaban a adorar a los ídolos hindúes que tenían en su casa.

Hubo momentos en los que no le daban comida ni agua y fue acusada falsamente de cosas por sus suegros con el fin de forzar una ruptura entre ella y su marido. María seguía sufriendo todo el dolor que le infligían su marido y sus suegros. Cuando se negó a dejar a Cristo, tuvo que separarse de su marido y vivir con sus padres.

Cuenta que «por miedo a la sociedad, soporté todo el sufrimiento y la tortura causados por mi marido y mis suegros, pero constantemente me amenazaban y me decían que dejara a Cristo y obedeciera sus exigencias».

Ora con Maria
  • Da gracias por María y por su ejemplo para el resto de su familia.

  • Ora para que Dios continúe fortaleciéndola a ella y a otras mujeres que viven situaciones similares.

  • Pide a Dios que prospere su negocio y le permita generar ingresos para subsistir.
Oración por Maria
Señor, te doy gracias por María y por cómo Tú has obrado en ella. Te pido que continúes dándole fuerzas para perseverar y seguir firme en la fe, para así poder alcanzar a otros que no te conocen. También que, a través de su negocio, le proveas los recursos necesarios para sobrevivir. Amén.

«No dejaba de pedir a Dios que me protegiera y mostrara su misericordia hacia mí. Creo que fue solo a través de Su gracia y favor que fui capaz de superar esos tiempos difíciles.

«Cuando mi marido vio mi amor por Dios, me dio a elegir entre dejar a Cristo o dejarlo a él. Al no ver ninguna salida, elegí aferrarme a Cristo y liberarme de una relación abusiva. No me arrepiento de mi decisión, pero mi oración es que mi marido y mi familia experimenten también el amor de Dios».

Los padres de María intentaron obligarla a vivir con su marido, pero fueron sus hermanos y su hermana los que la protegieron, así que se mudó con la familia de uno de sus hermanos. Pronto, a través de María, sus hermanos también aceptaron a Cristo y asistieron juntos a la iglesia.


Pasión verdadera

María no tenía estudios y no le resultaba fácil conseguir trabajo. Tenía que depender de sus hermanos. Esto la seguía preocupando y por ello comenzó a buscar un empleo. Lo encontró en una fábrica local, pero pronto tuvo que dejarlo, ya que se veía obligada a trabajar los domingos, y María quería dedicar ese día a Dios. 
 
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María dice: «No tenía una buena formación, y me resultaba difícil conseguir un trabajo decente; incluso después de mucho buscar, encontré un trabajo, pero no podía continuar porque me había comprometido a ir a la iglesia los domingos. No puedo reemplazar mi tiempo con Dios con nada más, todo lo que tengo es Cristo y su amor y nada en este mundo se puede comparar con Él».

La lucha de María por sobrevivir era preocupante y no quería depender de sus hermanos para satisfacer sus necesidades. Su marido había cortado todos sus lazos y no había ningún apoyo o ayuda para ella ni de él ni de sus suegros. 
 

70 €
podrían brindar formación y un préstamo a un creyente para abrir un negocio
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Ayuda a tiempo

Los colaboradores de Puertas Abiertas, que conocían la historia de María, se reunieron con ella y escucharon sus luchas y preocupaciones. Proporcionaron a María materiales para un negocio de ropa.

Con este apoyo, pudo comenzar el negocio desde su casa y ganarse la vida decentemente.

«Estoy muy contenta y agradecida a Dios porque me sigue recordando constantemente lo grande que es su amor y que su amor nunca se agota. No imaginaba que tendría un negocio de ropa y que me mantendría. No sólo soy capaz de sostenerme a mí misma, sino que puedo ayudar a mis hermanos. Al mismo tiempo, puedo ahorrar algo de dinero», afirma María. 

En este momento, María dirige su negocio de ropa desde su casa y cuando los clientes vienen a comprar, aprovecha para compartir su testimonio y su amor por Dios. Sus hermanos se sienten motivados y animados al ver que María se mantiene económicamente. Participa activamente en los programas de la Iglesia y en las reuniones semanales y lidera las reuniones de mujeres