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Historias 30 junio 2025

Desplazarse o morir

El golpe militar de Myanmar puso a cristianos como el pastor Myint* en peligro inminente. Tu apoyo llegó justo cuando más lo necesitaba

 

 
El pastor Myint puede seguir ayudando a los creyentes perseguidos y desplazados en Myanmar gracias a tus oraciones y apoyos. La imagen es representativa.
 

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Antes del 2021, el pastor Myint* y su mujer May* residían con sus hijos en un área mayoritariamente budista en el centro de Myanmar. Allí vivieron pacíficamente durante más de cinco años. Incluso tenían una buena relación con el líder del pueblo. Myint se hizo amigo del resto de los habitantes, y tanto él como May hicieron todo lo que estuvo en sus manos para ayudar en lo que necesitara su comunidad. Como respuesta, sus vecinos los aceptaron y respetaron. 

Pero al mismo tiempo que crecía la relación con sus vecinos, algunos líderes budistas empezaron a molestarse por la presencia de su fe cristiana. Afortunadamente, el pastor Myint se encontraba a salvo porque estaba bajo la protección del democráticamente escogido líder del pueblo. 

No obstante, cuando el pastor compartió el evangelio con algunos de sus vecinos, las cosas se pusieron más tensas. Un aldeano, U Tun*, decidió seguir a Cristo. Su conversión levantó mucha oposición. «Cuando U Tun se convirtió en cristiano, su familia lo ridiculizó, y su hijo lo acosó violentamente», recuerda Myint. «Afortunadamente, él continuó viviendo por su fe, y sus vecinos empezaron a notar los cambios positivos en su vida. Entonces, empezaron a interesarse por aprender acerca de Jesús, preguntándose quién puede cambiar de esta forma la vida de una persona».

«Les ordenó que me mataran a mí y a mis hijos» 

Entonces fue cuando el pastor Myint se mudó con su familia a la periferia del pueblo, donde se compró un terreno para construir una casa; y allí, empezó a dirigir una comunidad. 

Esto tensó aun más la situación. «Me convertí en una molestia para ese líder religioso y sus seguidores». Aun así, a pesar de la creciente hostilidad hacia ellos, Myint y su familia estaban a salvo debido a su buena posición en la comunidad. 

Pero entonces, sucedió el golpe de Estado. 

Vulnerables ante los ataques violentos

El 1 de febrero de 2021, el ejército derrocó al Gobierno de Myanmar, restableciendo una junta militar similar a la que gobernó el país durante 50 años en la segunda mitad del siglo XX. El golpe de Estado fue seguido por días y semanas de protestas públicas y manifestaciones masivas en muchas ciudades y pueblos. 

Este golpe militar afectó la vida de todo el mundo en Myanmar, incluyendo la del pastor Myint y su familia. Como el Gobierno democrático fue usurpado a nivel nacional, los administradores de los barrios y los líderes de los pueblos, municipios y ciudades fueron destituidos y reemplazados por oficiales militares o simpatizantes del ejército. 

La situación en el pueblo de Myint cambió drásticamente cuando los partidarios del ejército tomaron el poder. El líder de la aldea fue reemplazado, y el pastor y su familia perdieron su protección. «Después de que comenzó el golpe, los cristianos en nuestra aldea se volvieron muy vulnerables», recuerda. 

Los líderes religiosos estaban bien conectados con el nuevo Gobierno y decidieron aprovechar su ventaja. Comenzaron a incitar el odio en la comunidad contra el pastor Myint y su familia. Le acusaron de ser un forastero, de adorar una religión extranjera y de intentar compartir su fe con las personas de su alrededor. El pastor Myint hizo todo lo posible por responder a las acusaciones, pero era difícil ahora que la realidad política había cambiado de la noche a la mañana. 

Sus ojos se llenan de lágrimas al revivir lo que ocurrió después. «Uno de los líderes religiosos puso al hombre más rico de nuestra aldea en mi contra», dice. «Luego, reunieron a algunos jóvenes y les ofrecieron alcohol, ordenándoles que me mataran a mí y a mis hijos. Afortunadamente, algunos vecinos me advirtieron de su plan; en ese momento, cogí a mi familia y huí apresuradamente del pueblo». 

Myint y sus hijos estaban temporalmente a salvo, pero el resto de su familia aún permanecía en el pueblo. «Unos jóvenes ebrios irrumpieron en mi casa buscándonos», relata Myint. «Mi esposa y mi hija estaban en casa. Aunque los hombres no les hicieron daño, [May y mi hija] estaban muy asustadas. Después de irrumpir en mi casa, [los hombres] se quedaron esperándonos. Como no regresamos, los atacantes mataron a dos aldeanos birmanos que habían mostrado interés en la fe cristiana». 

Sopesando los riesgos, el pastor Myint y sus hijos decidieron no regresar al pueblo y se trasladaron a un nuevo lugar. May y su hija los siguieron al nuevo destino. «Uno de los ancianos de nuestra iglesia nos ayudó a trasladar a mi esposa y a mi hija a la nueva ubicación», dice lentamente. «Sin embargo, debido al incidente, mi esposa ha desarrollado ansiedad. Cuando los atacantes supieron que todos habíamos huido del pueblo, saquearon nuestra casa, llevándose todas nuestras pertenencias, y luego la incendiaron». 

Myint encuentra difícil contener las lágrimas, ya que los recuerdos parecen muy cercanos todavía. «Siento como si hubiera sucedido ayer», dice. 

«A pesar de todo, estamos muy agradecidos» 

Myint y su familia se han establecido en un nuevo lugar donde las cosas son más seguras. Sin embargo, al igual que muchos otros creyentes desplazados de Myanmar, él sufre dificultades económicas, ya que no tiene una fuente de ingresos. Cuando los colaboradores de Puertas Abiertas supieron de su situación, pudieron animarlo y proporcionar alimento a su familia. 

May se llenó de lágrimas al recibir la ayuda. Está agradecida por el apoyo brindado a través de las oraciones y apoyos de los colaboradores de Puertas Abiertas. «Después de ser desplazados, nadie más se ha molestado siquiera en preguntar por nuestro bienestar», dice. «Estamos tan agradecidos con vosotros por haber escuchado nuestra historia y por querer ayudarnos». 

El pastor Myint tiene confianza en que Dios es soberano y se enfoca en servirle a Él. Sin embargo, todavía siente una gran carga por las personas a las que ha sido llamado a servir. «Aún me preocupa el bienestar espiritual de los creyentes que han sido desplazados en distintos lugares debido al conflicto y la opresión», confiesa. 

May comparte su inquietud sobre lo que el golpe de Estado y la actual guerra civil significarán para los creyentes en Myanmar. «Hemos estado en el ministerio durante muchos años y hemos visto a muchas personas conocer a Dios», dice. «Debido a la guerra y a la persecución, muchos creyentes han sido desplazados y hemos perdido contacto con ellos. Por favor, orad para que Dios esté con ellos y para que permanezcan fieles a Jesús». 

El lugar donde vive el pastor Myint con su familia no se vio gravemente afectado por el terremoto, por lo que se encuentran a salvo; sin embargo, él tuvo que viajar justo después del terremoto a casa de unos familiares por motivos de trabajo. Damos gracias a Dios porque, según las últimas noticias de sus familiares, ha llegado sano y salvo a su destino.

*Nombres cambiados por motivos de seguridad 


ORA

Ora por el pastor Myint y su esposa May, que padecen problemas de salud.
Pide a Dios que esté con los hijos del pastor Myint, ya que sienten el dolor de la persecución.
Ora por los cristianos de Myanmar desplazados y que se sienten solos.

UNA ORACIÓN POR EL PASTOR MYINT
 

Señor, hoy quiero orar por el pastor Myint y su esposa May: trae sanación a sus cuerpos y fortaleza a sus corazones. Te pido que consueles a sus hijos y les hagas sentir tu cercanía en medio del dolor. También pongo delante de ti a tantos cristianos desplazados en Myanmar que se sienten solos; te pido que experimenten tu presencia y el amor de la familia en la fe. En el nombre de Jesús, amén.