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Historias 19 junio 2025

Contra los bulos de los desplazados

Nuestros colaboradores de campo responden a las preguntas sobre la veracidad de la persecución en Myanmar contra los cristianos desplazados por su fe en Jesús.  

 

 
Las siguientes respuestas son una recopilación de opiniones de colaboradores de campo y externos de Puertas Abiertas que han trabajado en un dossier completo sobre la situación en Myanmar. Concretamente, en estos fragmentos, clarifican el motivo religioso detrás de la persecución que están sufriendo los cristianos desplazados en este país que se encuentra entre los más peligrosos del mundo para seguir a Jesús (puesto 13 en la Lista Mundial de la Persecución 2025).

Se está cuestionando nuestra creencia de que los cristianos están siendo perseguidos específicamente por su fe en el conflicto actual. ¿Por qué cree que se trata de una persecución religiosa? 

Tanto la discriminación histórica contra todo aquel que no sigue el budismo como los continuos ataques dirigidos específicamente contra cristianos, incluidos sus lugares de culto, indican que la guerra se está convirtiendo en un arma contra el cristianismo. 

Históricamente, el ejército birmano ha perseguido a los cristianos destruyendo iglesias, saqueando aldeas cristianas y sometiendo a trabajos forzados a los cristianos del país por considerarlos agentes de Occidente. 

El líder birmano U Nu dijo que «ser birmano equivale a ser budista», y ese pensamiento ha llevado a los militares, a los extremistas religiosos y a la mayoría budista a pensar que los cristianos, los musulmanes y todo aquel que crea en una religión que no sea el budismo son antinacionalistas. 

Entre 1962 y 2011, Myanmar estuvo bajo el restrictivo liderazgo de la Junta Militar.  

Cuando el país saboreó brevemente la democracia en tiempos de Aung San Suu Kyi en 2015, la Iglesia disfrutó de una relativa libertad, aunque todavía resintiéndose de décadas de abusos por parte de los militares.

Sin embargo, cuando la Junta Militar (el Tatmadaw) volvió a tomar el poder en 2021, los ataques aéreos contra los pueblos cristianos no sólo se reanudaron, sino que empeoraron, y aún siguen vigentes.

Los constantes ataques a iglesias y pueblos cristianos han infundido miedo e intimidación a los creyentes, que ya no pueden practicar su fe abiertamente. Los creyentes sienten que ya no hay lugares seguros para rendir culto a Dios, pues sus santuarios son destruidos y bombardeados. En algunos lugares, las iglesias no tienen miembros, ya que han tenido que huir a diferentes lugares por seguridad.     

«La destrucción de iglesias cristianas es deliberada, para infligir trauma psicológico a una comunidad religiosa y cultural específica. No se trata de daños colaterales» 

Es evidente que la Junta Militar bombardea y destruye las comunidades e instituciones cristianas. Salai Za uk Ling, activista por los derechos humanos de Chin, afirma que «la destrucción de iglesias cristianas es deliberada, para infligir trauma psicológico a una comunidad religiosa y cultural específica. No se trata de daños colaterales». La tribu Chin (a la que pertenece) es la mayor tribu cristiana de Myanmar, cuyos municipios y hogares han sido objeto de daños masivos por parte de los militares. 

 En su artículo «Myanmar necesita algo más que oraciones», publicado en UCANews, Ling escribe: 

«Las minorías religiosas, sobre todo los cristianos, llevan mucho tiempo sufriendo bajo los regímenes militares de Myanmar. Tras varias décadas, las instituciones estatales se han transformado en mecanismos de discriminación, implantando estas políticas en la esencia misma de la sociedad. Para minorías étnicas y religiosas como los Chin, la persecución no es solo algo ejercido por el gobierno militar; es algo normalizado en la vida diaria. 

Desde el golpe militar de 2021, esta persecución ha alcanzado un nuevo y espeluznante nivel. En el estado de Chin, donde más del 90% de la población es Cristiana, la Junta ha desatado una violencia brutal. 

Ciudades enteras han sido destruidas y miles de personas se han visto obligadas a huir. Mi ciudad natal de Thantlang ha quedado  reducida a cenizas  a base de implacables bombardeos e incendios provocados. 

Más de 70 000 personas del estado de Chin han buscado refugio en la India, mientras que muchísimas más siguen desplazadas. Más de 4000 hogares y más de 100 iglesias y lugares religiosos han sido destruídos. 

Muchos líderes cristianos han sido detenidos, torturados, desaparecidos o asesinados...». 


¿Cuál es la prueba más contundente que podemos ofrecer a los escépticos de que algo de esto tiene un objetivo religioso? 

Los bombardeos de lugares de culto, sobre todo iglesias cristianas, y los incendios provocados en pueblos cristianos indican claramente que se está atacando a los cristianos como blanco principal. 

En su exhaustivo informe sobre la destrucción de iglesias chin, publicado en enero, Matt Lawrence, director del  Centro de Información y Resiliencia (CIR) Myanmar Witness, dice que la destrucción de iglesias en el estado de Chin es «tanto simbólica como física», afirmando: «Hemos descubierto que el conflicto de Myanmar está teniendo un impacto sostenido y a largo plazo en la población cristiana del estado de Chin. Estos lugares de culto no sólo están protegidos por el derecho internacional en tiempos de conflicto, sino que, para quienes los usan, tienen una importancia sagrada». 

Además, Benedict Rogers, activista británico de derechos humanos y experto en la cultura de Myanmar, afirma al medio católico The Pillar que la violencia apunta a una estrategia deliberada: «Las iglesias son un símbolo de la fe y la identidad de las comunidades a las que el régimen reprime especialmente. Además, las iglesias son también centros comunitarios vitales, que suelen prestar servicios sanitarios, educativos y otros servicios humanitarios a la población, lo cual las convierte en blanco de los ataques. Además, los militares las consideran simpatizantes de la Resistencia». 

Daisy Htun*, colaboradora de campo en Myanmar, comparte que la magnitud de los daños puede verse también mediante algo tan sencillo como Google Maps. 

«En 2024, cuando la aldea de Pyidawta fue bombardeada e incendiada hasta los cimientos, varias aldeas budistas no se vieron afectadas. Cuando se comparan en Google Maps las aldeas cristianas y las budistas del norte de la ciudad de Kalay y de la de Sagaing, la destrucción es evidente».

 «El mapa muestra que las iglesias y las casas de los pueblos cristianos fueron bombardeadas e incendiadas. Los residentes afirman que las iglesias que no fueron dañadas por las bombas desde aviones no tripulados fueron destruidas intencionadamente por las fuerzas de la Junta y sus partidarios armados con excavadoras... Además, hemos oído decir a la población local que la gente armada que apoya a los militares en estas zonas, aprovechó la situación para demoler iglesias y casas cristianas. No obstante, los cristianos y los lugares de culto están siendo bombardeados y atacados de una forma desproporcionada, tanto por parte de la Junta como por sus partidarios armados de entre la gente». 

Aquí se muestra una comparación de capturas de pantalla de la vista aérea de Google Maps, de aldeas budistas y cristianas en Sagaing (que está habitada por comunidades étnicas mixtas). Todos estos pueblos se encuentran en un radio de 24 kms. de las bases militares. 

Estas capturas de pantalla se tomaron el 6 de julio de 2024. En ellas se aprecia que los pueblos budistas son en su mayoría verdes, y que las estructuras de los edificios están intactas. Pero las zonas cristianas aparecen oscuras y negras, por los bombardeos; y las estructuras de los edificios están demolidas. 

«Mientras la guerra civil parece enquistarse cada vez más, las minorías religiosas, incluida la cristiana, siguen   viéndose  afectadas  de  forma  desproporcionada  (USCIRF,  Burma  Policy Update, 14 de diciembre de 2022). Según un informe publicado por la Comisión Internacional de Juristas en junio de 2023, el Tatmadaw ha estado atacando deliberadamente a las minorías religiosas y étnicas, incluidos los cristianos.  

El régimen ha extendido la ley marcial a 37 municipios de Sagaing, Magway, Bago y Tanithargyi y a los estados de Chin, Kayah, Karen y Mon; y también ha prorrogado a seis meses el estado de excepción, lo que hace temer a los estados de Chin y Karen que estas declaraciones allanen el camino para ataques nuevos y mayores contra la población cristiana (UCA News, 9 de febrero de 2023). 

La profunda desconfianza del régimen militar hacia la población cristiana se puso de manifiesto en las recientes restricciones impuestas en el estado de Chin, donde los cristianos son mayoría. No sólo existe un toque de queda estricto, sino que ahora también hay normas nuevas que obligan a todas  las iglesias a proporcionar listas  de los miembros dispuestos a asistir a los cultos religiosos semanales (UCA News, 3 de marzo de 2023). 

... Los acontecimientos en el sur del estado de Shan ilustran que el régimen está utilizando las tensiones étnicas y religiosas para sembrar discordia en la sociedad.  

Tras una masacre en un monasterio budista el 11 de marzo de 2023, cuyas pruebas señalaban claramente como autores al régimen y a sus grupos combatientes afiliados, el Gobierno ha presentado el incidente como culpable al grupo étnico Pa-O, mayoritariamente budista (USIP, 27 de abril de 2023)». 

*Nombre ficticio e imagen representativa utilizados por motivos de seguridad. 


ORA

Ora para que cesen los ataques intencionados contra aldeas e iglesias cristianas en Myanmar.
Ora por fortaleza, sanación y provisión para los cristianos desplazados que lo han perdido todo.
Ora para que la verdad sobre la persecución religiosa en Myanmar se difunda y no sea silenciada por la desinformación.

UNA ORACIÓN POR MYANMAR
 

Señor Jesús, Tú que fuiste perseguido, consuela a mis hermanos de Myanmar que hoy son desplazados por Tu Nombre. Dales paz en medio del caos, refugio donde no hay seguridad, y fe que resista incluso cuando sus iglesias son derribadas. Confunde los planes del mal, y permite que la verdad brille entre tantas mentiras. En tu nombre, amén.