Ayna es una creyente de Kirguistán que está viviendo una situación muy complicada. Está casada con un hombre musulmán, Rasul, con quien tiene 3 hijos de 9, 7 y 5 años. Cuando la madre de Ayna murió, ella dejó de asistir a la iglesia, al tiempo que su marido comenzó a rezar el “Namaz”, una oración musulmana, 5 veces cada día. En ese tiempo, Rasul obligó a Ayna a usar hijab para acompañarle en dicha oración.
Cuando Rasul supo que su esposa continuaba siendo cristiana, la golpeó fuertemente y la repudió. Hace tiempo, Ayna pudo saber que Rasul está teniendo una relación con otra mujer. Sin embargo, no se atreve a preguntarle sobre esto por miedo de ser expulsada de la casa junto con sus hijos.
Del mismo modo, Rasul no sostiene económicamente a Ayna y sus hijos, sino que gasta su dinero con la otra mujer, y maltrata a Ayna y los niños por cualquier razón. También la madre de Rasul vive con ellos y trata mal a Ayna por su fe.
Recientemente, dos mujeres de la iglesia visitaron a Ayna. Cuando, el hijo mayor, se acercó, dijo que le gustaría poder proteger a su madre, pero no sabía cómo hacerlo. Estas mujeres le explicaron que podía orar a Jesús para que protegiese a su madre. Musa aceptó a Cristo como su salvador y desde entonces todos los días ha estado orando por su familia.