Según los informes, Hurmuz Diril, de 71 años y su mujer Simoni, de 65, fueron secuestrados en su propia casa por hombres armados. Los hechos acontecieron en el pequeño pueblo en Mehre, situado en la provincia de Sirnak. Desde el pasado 11 de enero no ha habido noticias de ellos, y nadie ha reclamado la autoría del suceso.
El hijo de esta pareja, un líder religioso que cuida y vela por más de 7.000 cristianos desplazados por todo Turquía, comenta que sus padres fueron los primeros en volver a su aldea tras ser evacuados durante los años 90 debido a los enfrentamientos violentos entre las fuerzas armadas de Turquía y las del PKK.
Antes de su desaparición a principios de este mes, estos ancianos eran unos de los pocos habitantes que residían actualmente en la población, la cual se encuentra muy cerca de una zona militarizada.
“Aunque la motivación de los secuestradores es incierta, es muy probable que esto sea parte de una estrategia mayor cuyo objetivo es la eliminación de la presencia de cristianos en la zona”, comenta Michael Bosch, Analista de la Persecución de la Unidad de Investigación de Puertas Abiertas.
Mientras tanto, el Reverendo Sefer Bileçen, habría sido liberado bajo fianza tras ser detenido por ofrecer comida y bebida en su monasterio a unos militantes del PKK, una organización Kurda en el punto de mira del gobierno turco.
Ambos incidentes han ocurrido en una región donde históricamente el ejército turco y el PKK habría luchado durante décadas. En todo este tiempo las comunidades cristianas del lugar habrían estado atrapadas en medio del fuego cruzado.
La presión por parte de los diferentes agentes de la persecución a los cristianos del país no es algo nuevo, en Julio de 2019, grandes cantidades de terreno pertenecientes a las aldeas cristianas asirias y al monasterio Mor Hananyo fueron reducidas a cenizas, en un posible intento por parte de las autoridades turcas de expropiar los terrenos.
Los conflictos y las diferentes presiones han producido el éxodo de los cristianos de la región. Donde una vez hubo millones, solo quedan unos miles.