De repente, la puerta principal se abrió y entró el marido de Somayeh*. Ella miró rápidamente a la mesa, llena de pánico. Pero ya era demasiado tarde: su marido había visto la Biblia oculta.
«Me quitó a mi bebé de los brazos, y la dejó en la mesa. Entonces empezó a darme correazos con su cinturón. Solo pensaba en poder dejar de gritar para que mi hija no sintiera lo que estaba ocurriendo y no se cayera al suelo»
Esta es solo una de las muchas experiencias aterradoras que Somayeh ha soportado tras decidir seguir a Jesús en Irán y ser descubierta.
Pero gracias a ti, y a pesar de esta persecución extrema, está protegida y no puede ocultar su fe en Jesús.
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