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Fue una gran tragedia, pero incluso en estas circunstancias, el pastor Gomar Gulton, presidente de la Asamblea Eclesiástica en Indonesia (PGI), ha visto algo asombroso:
«He visto casas vacías después de que una gran inundación se llevase todo por delante. También muchas casas fueron arrasadas. Se ha perdido mucho ganado.»
Aun así, el pastor Gomar señala que le asombra la resiliencia de la gente local y la unidad que han mostrado para enfrentar juntos el desastre.
«[Los cristianos] ya no pensaban de qué denominación era cada cual, y los pastores servían a la gente sin importar su origen», dice. «Pero lo que más me asombró fue que nadie se quejaba por haber perdido sus casas o posesiones, sino por haber perdido sus Biblias. Esperan poder tener pronto unas nuevas. A mí esto me resulta extraordinario», comparte el pastor Gomar.
El pastor Daud Tari, presidente de la Iglesia Evangélica de Timor Occidental (GMIT), dijo que «este domingo tengo que pedir prestada una Biblia.»
Tari añadió que «no me importa la ropa. Puedo predicar llevando un sarong (prenda larga sobre la cintura, de vivos colores y comúnmente utilizada en el sur de Asia), pero para la reunión dominical tengo que tener una Biblia.»
El pastor Gomar comparte con nuestros colaboradores locales su necesidad más urgente, y asegura que «necesitamos 14.000 Biblias.»
Por ello, nuestros colaboradores están trabajando con la Sociedad Bíblica en Indonesia para enviar 4.000 de esas Biblias a los cristianos en el Este de Nusa Tenggara.
