Noticias 14 diciembre 2017

La boutique que vende dignidad a refugiados iraquíes

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En la capital jordana de Amán se ha abierto una boutique de ropa de segunda mano apoyada por Puertas Abiertas para los refugiados iraquíes, que son mayoritariamente cristianos en esta zona. El objetivo es restaurar la dignidad de los refugiados que han huído del ISIS y viven temporalmente en Jordania.

Este proyecto, sostenido por Puertas Abiertas y organizado por la ONG “Al-Hadaf”, es una iniciativa organizada por cristianos en Jordania. La boutique es como una tienda de ropa cualquiera de Oriente Medio, y esa es precisamente la intención. Como trabajadora, Lara explica como Al-Hadaf trabaja con los refugiados, huérfanos y desfavorecidos de Jordania: “En general trabajamos con personas que son menos afortunadas que otras. Les instruimos y les ayudamos a recuperarse del choque por el que han pasado. Les apoyamos en sus necesidades relacionales, les preparamos para la vida cotidiana y en general les ayudamos a volver a la normalidad.”

Los refugiados iraquíes cristianos son uno de los grupos a los que Al-Hadaf sirve. “Los refugiados necesitan alimentarse, vestirse y cuidar de sus necesidades básicas mientras esperan su reasentamiento”, explica Lara.  Y aunque muchos refugiados que viajan a Jordania tienen la intención de emigrar a otros países, este es un proceso que puede llevarles años.

Devolviendo la dignidad

La razón por la cual Al-Hadaf empezó a recaudar ropa de segunda mano para ellos es que muchos de los refugiados iraquíes no tienen ingresos, ni ropa, ni otras necesidades básicas. “Cuando la gente trae la ropa, simplemente la pone en bolsas de basura, y hasta hay ropa que está rota o sucia”, dice Lara. “Y para muchos refugiados iraquíes que provienen de familias y posiciones con buenos ingresos, es una situación vergonzosa, y les es difícil aceptar la ropa en ese estado”. Por eso Al-Hadaf abrió la tienda.

“Igual que en una boutique cualquiera, pueden venir aquí para comprar, elegir la ropa que realmente les gusta, probársela y comprar con dignidad. De este modo podemos ayudar a restituirles la dignidad que se les ha robado.

Mientras la acompañamos por la tienda, Lara puntualiza: “Toda esta ropa proviene de donaciones de gente de Jordania. Tras recibirlas, primero quitamos las prendas rotas, luego lavamos y secamos las prendas buenas, y las colgamos aquí. Hay pantalones, faldas, bolsos y botas, y también tenemos productos pequeños como accesorios. Todo presentado de una manera apropiada.”

Un lugar seguro

“Comprar ropa aquí es gratis para los refugiados porque, con el apoyo de Puertas Abiertas, reciben cupones que representan un cierto valor, según su situación y el tamaño de su familia, que sirven como dinero para ‘comprar’ la ropa.

Poder realizar estas transacciones les ayuda a sentirse “personas” otra vez, a sentirse aceptados después de haberlo perdido todo. “Este es un lugar seguro para ellos en el que pueden comprar, pasar un buen rato y sentirse de nuevo como un miembro más de la sociedad”.