Según parece, Inés habría sido sorprendida en la noche del pasado domingo por un grupo de extraños que entraron en su habitación. Nadie ha reconocido la autoría del crimen ni se conocen las razones que han provocado el incidente.
Inés pertenecía la comunidad de las Hijas de Jesús de la aldea de Nola, dónde llevaba más de 23 años ayudando a las personas más desfavorecidas.
Fuente: Burgosconecta.es