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El Gran Ayatolá Ali al-Sistani dijo al líder de la iglesia católica el sábado 6 de marzo que los cristianos deben "vivir como todos los iraquíes, en seguridad y paz y con plenos derechos constitucionales". En una declaración publicada tras su reunión, al-Sistani dijo que la autoridad religiosa tenía un papel que desempeñar "en la protección de ellos, y de otros que también han sufrido injusticias y daños en los acontecimientos de los últimos años."
El histórico encuentro entre dos de los líderes religiosos más influyentes del mundo fue un intento de reforzar el diálogo entre sus confesiones. Al-Sistani, de 90 años, es reconocido como su líder espiritual por la mayoría de los musulmanes chiíes del mundo.
Años de guerra y conflicto han expulsado al 80% de los cristianos de Irak de su tierra natal. Tras la derrota del Estado Islámico en 2017, algunos han regresado, pero siguen enfrentándose a retos para reconstruir sus vidas, como la falta de servicios básicos y de seguridad; hay informes de un resurgimiento del Estado Islámico y de milicias locales que luchan por el control. A veces, si sus hogares no habían sido destruidos, los cristianos que regresan los encuentran ocupados por extraños.
Recuperar sus propiedades es una tarea casi imposible, dijo una fuente local a Puertas Abiertas en enero. "Los que se apoderaron de estas propiedades saben muy bien que un cristiano, al ser una minoría, no puede arriesgarse y quejarse; incluso si vienen a quejarse su queja no se resolverá fácilmente en los tribunales", dijo la fuente.
Los cristianos y otras minorías se enfrentan a una discriminación tanto indirecta como directa. La conversión del Islam está prohibida, los cristianos conversos pierden la custodia de sus hijos y los derechos de herencia, y los hijos de los cristianos conversos son registrados como musulmanes y obligados a recibir educación islámica, son algunos de los problemas mencionados en el informe de país de Open Doors World Watch.
No tengas miedo
El Papa Francisco, de 84 años, recordó el sábado a los cristianos de Irak que las Bienaventuranzas fueron escritas para ellos [The Tablet].
"Querida hermana, querido hermano, tal vez cuando miras tus manos te parecen vacías, tal vez te sientes descorazonado e insatisfecho por la vida. Si es así, no tengas miedo: Las bienaventuranzas son para ti, para ti que estás afligido, que tienes hambre y sed de justicia, que eres perseguido. El Señor os promete que vuestro nombre está escrito en su corazón, escrito en el cielo", dijo a los reunidos en la catedral católica caldea de San José, en la capital, Bagdad.
El domingo, el pontífice visitó, entre otras, la iglesia de Al Tahira en Qaraqosh. El edificio quedó completamente destruido después de que el Estado Islámico lo utilizara como campo de tiro, pero las obras de renovación terminaron justo a tiempo para la llegada del Papa. "No puedo describir nuestra felicidad", dijo el sacerdote local, el reverendo Duraid, a un colaborador local. "La gente del mundo va a conocer mejor la cultura, la civilización y la religión iraquíes.
El mundo va a saber que hay una presencia cristiana en Irak. Le decimos al mundo que estamos aquí en nuestra tierra y que con la ayuda de Jesús nos vamos a quedar".
Irak ocupa el undécimo lugar en la Lista Mundial de la Persecución de 2021 de los 50 países donde es más difícil vivir como cristiano.
