Noticias 30 noviembre 2015

Francisco en África: el conflicto “se alimenta del miedo, la desconfianza y el desespero”

En su primera visita a África, el papa Francisco ha visitado Kenya, Uganda y República Centroafricana (RCA), desde el 25 al 30 de noviembre.

 

 

Los tres países tienen población mayoritariamente cristiana (80% en Kenya, 85% en Uganda y 76% en RCA), con cerca del 10% de musulmanes en cada uno de ellos. Pero comparten múltiples desafíos. La armoniosa convivencia que sus comunidades religiosas disfrutaron por años se ha visto interrumpida por tensiones frecuentes salidas de la intolerancia religiosa, exacerbadas por la influencia de grupos yihadistas.

La visita del papa llegó días después de un ataque terrorista al hotel Radisson Blu en Bamako (Mali), que se costó 22 vidas, incluyendo a dos de los atacantes. Dos grupos yihadistas (el Frente de Liberación Massina y Al Mourabitoun) se adjudicaron el ataque.

Kenya y Uganda, los dos países de África del este que visitó el papa, también sufren amenazas terroristas ya que se han convertido en un objetivo principal del grupo islamista somalí Al-Shabaab, con presencia de su tropas en la African Union Mission to Somalia (AMISOM).

En un mensaje lanzado antes de su viaje, el papa se describió a sí mismo como un mensajero de la paz del continente: "Estamos viviendo en un tiempo en el que creyentes y personas de bondad de todo el mundo son llamados a fomentar el entendimiento mutuo y el respeto, y apoyarse entre todos como miembros de una única familia humana, pues todos somos hijos de Dios".

En los últimos años, Kenya ha sufrido varios ataques terroristas. En abril de este año, 148 estudiantes fueron matados en el ataque a la universidad de Garissa en el noreste del país. Las víctimas eran casi todas cristianas que estaban atendiendo una reunión de oración matutina. En septiembre de 2013, 67 personas murieron en el ataque al centro de Westgate, un centro comercial en Nairobi.

En Uganda, en julio de 2010, más de 80 personas murieron en dos explosiones en la capital, Kampala, mientras miraban el mundial de fútbol en la televisión. Al-Shabaab asumió la responsabilidad.

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Islam radical

La insurgencia de Al-Shabaab también ha contribuido a fomentar la violencia sectaria en el noreste de Kenya, junto a la frontera somalí. Extremistas locales y milicias que han cruzado la frontera son responsables de ataques contra cristianos y sus propiedades. Iglesias de la ciudad costera de Mombasa han visto crecer las amenazas y los ataques por parte de islamistas.

El área de Mombasa es, por ejemplo, considerado el fuerte de grupos islamistas que amenazan constantemente a los clérigos locales musulmanes, a los que acusan de ser "moderados". En el país vecino de Uganda también ha crecido la violencia religiosa, a pesar de cque musulmanes y cristianos han vivido en paz por muchos años.

En mayo de 2014, las autoridades ugandesas y keniatas aumentaron las medidas de seguridad en respuesta a las advertencias de países occidentales sobre la planificación de ataques a iglesias por parte de Al-Shabaab.

La región fue testigo de su peor ataque en 1998 cuando explotaron bombas en la embajada norteamericana de Kenya y Tanzania. Al menos 200 personas murieron y más de 1.000 resultaron heridas.

En Uganda, el papa Francisco ha honorado la memoria de 23 mártires anglicanos y 22 católicos matados por su fe bajo las órdenes del rey Mwanga II entre 1885 y 1887.

En República Centroafricana, la visita del papa estuvo enfocada en el diálogo religioso en un país derribado por la violencia sectaria por más de dos años.

"Vendré a vosotros como un mensajero de paz", dijo el papa en un mensaje previo a la visita, añadiendo que "una convivencia pacífica" es posible.

"Vuestro querido país ha estado demasiado tiempo afectado por la situación violenta y la inseguridad, de la cual muchos de vosotros habéis sido víctimas inocentes", añadió el papa.

"El objetivo de mi visita, sobre todo, es traeros en el nombre de Cristo consuelo y esperanza. Espero con todo mi corazón que mi visita contribuya, de una forma u otra, a aliviar vuestras heridas y favorecer las condiciones para un mejor y más sereno futuro para África central y todos sus habitantes".

Durante su visita de dos días a la RCA, el papa se encontró con tres de los líderes religiosos prominentes del país: el reverendo Nicolas Guérékoyamé-Gbangou (presidente de la Alianza Evangélica de RCA), monseñor Dieudonné Nzapalainga (arzobispo de Bangui) y el imán Oumar Kobine Layama (presidente del Consejo Islámico de RCA).

En mitad de los dos años ymedio de violencia sufrida en RCA, habitualmente considerado como un conflicto religioso, los tres clérigos formaron una plataforma conjunta para promover la coexistencia pacífica entre cristianos y musulmanes. Su mensaje era primordialmente que la violencia en RCA no era un conflicto religioso, sino que la raíz del conflicto radica en la batalla por el poder político.

Por sus esfuerzos, la revista TIME nombró a los tres clérigos entre las 100 personas más influyentes de 2014, así como el periódico Le Monde los llamó "los tres santos de Bangui". También les fueron otorgados premios por sus esfuerzos en RCA.