Ni siquiera perdonaron a un niño pequeño entre ellos, al que también golpearon con zapatillas. Los aldeanos les amenazaron con que serían expulsados si no adoraban a los dioses y diosas del pueblo. También les quitaron sus móviles y motocicletas; saquearon sus animales.
«Los vecinos también mataron y cocinaron algunos de los animales de los cristianos. Luego expulsaron a los cristianos de sus casas amenazándolos con que los matarían si volvían al pueblo», comparte un colaborador local de Puertas Abiertas.
Todos estos creyentes se escondieron en el bosque e intentaron quejarse en la comisaría de Kukdajhor. Sin embargo, la policía no les ayudó. Amenazaron a los creyentes para que no presentaran una denuncia contra los aldeanos y les obligaron a comprometerse con la gente del pueblo.
Los cristianos que residen en estos pueblos remotos se enfrentan continuamente a estas atrocidades desde hace muchos años. Los vecinos oprimen fuertemente a los creyentes y los acosan social, física y mentalmente. Es muy difícil para los creyentes vivir en un entorno tan hostil. Hay muchos casos en los que tienen que abandonar sus casas, propiedades o tierras y también sus pertenencias son confiscadas.
Señor, te ruego que sanes los corazones dolidos de estos hermanos. Te pido que los sanes, liberes y los ayudes también a perdonar a sus enemigos. También que Tú les proveas de un lugar seguro para vivir y practicar su fe. Dales los recursos que ellos necesitan para sobrevivir e, incluso, prospéralos según tu voluntad. Amén.