La cruz roja del país afirma que la cifra de muertos podría ascender más allá de la centena, en un accidente que ha sido definido, por Hassan Diab (primer ministro del país), como un “gran desastre nacional”.
El primer ministro ha hecho un llamamiento a países amigos para “que apoyen el Líbano y nos ayuden a sanar nuestras heridas profundas”.
A pesar de la creciente tensión política, las manifestaciones recientes, la actual crisis económica por la que atraviesa el país y los conflictos internacionales con otros países como Israel, las autoridades confirmaban ayer que la explosión no había sido causada de forma deliberada por ningún agente externo ni había sido un ataque terrorista, tal y como se especulaba inicialmente.
Con respecto a nuestros colaboradores locales en el país, Puertas Abiertas ha podido confirmar que no han tenido que lamentar ninguna pérdida personal, aunque si diversos daños materiales a causa de la explosión.