Noticias 24 agosto 2021

Cristianos expulsados de Turquía llevan su caso al Tribunal europeo

Cuatro expatriados cristianos que fueron expulsados de Turquía están llevando su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

 

 

El evangelista estadounidense-canadiense David Byle vivía en Estambul desde hacía 19 años cuando se le comunicó en noviembre de 2018 que se le prohibía permanentemente regresar al país. Impugnó la decisión en los tribunales turcos, sin éxito, y ahora ha recurrido al Tribunal Europeo.

Una pareja cristiana, David y Pamela Wilson, hizo de Turquía su hogar durante 35 años hasta que se les negó la reentrada en febrero de 2019.

Otro estadounidense, Kenneth Wiest, ayudó a una iglesia local durante los 34 años que vivió en Ankara. Mientras abandonaba el país en junio de 2019, le dijeron que no podría regresar.

Los tres se encuentran entre los aproximadamente 200 trabajadores protestantes extranjeros, incluidos los miembros de sus familias, que han sido expulsados en Turquía durante los últimos dos años bajo la acusación de ser una amenaza para la seguridad nacional.

«Los expatriados han estado sirviendo a las iglesias protestantes en Turquía durante décadas, pero desde 2019 ha habido una campaña sistemática para etiquetar a los protestantes extranjeros como amenazas a la seguridad, negándoles los permisos de residencia y expulsándolos de Turquía», dijo la Alianza Evangélica Mundial en una presentación al Comité de Derechos Humanos de la ONU en mayo. La Alianza dijo que las decisiones y el tratamiento de los cristianos expatriados contradicen las propias leyes turcas, así como los tratados internacionales que ha firmado.

Se ignoran las sentencias anteriores

El éxito en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos «probablemente depende de si el Tribunal acepta la designación de seguridad turca», dijo Michael Bosch, analista de la persecución de Puertas Abiertas.

«El Tribunal es fuerte en la protección de valores fundamentales como la libertad de religión o creencia. Por lo tanto, si decide revisar completamente los casos, estoy bastante seguro de que no aceptarán la argumentación turca», dijo Bosch.

Aunque las sentencias del Tribunal son jurídicamente vinculantes, no tiene poder para imponer su aplicación. Turquía ha ignorado las sentencias anteriores.

Mientras tanto, continúa la deportación de expatriados protestantes. En febrero, un pastor alemán, Michael Feulner, que lleva dos décadas viviendo y trabajando en Turquía, recibió la orden de marcharse, supuestamente porque suponía un riesgo para la seguridad del país.

En su informe anual de 2020, la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional recomendó que se incluyera a Turquía en la lista de vigilancia especial del Departamento de Estado de los Estados Unidos, entre los países que cometen o toleran graves violaciones de la libertad religiosa. «Los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales informaron de un ritmo acelerado de prohibiciones de entrada y deportaciones de líderes de congregaciones protestantes que no son ciudadanos turcos», dijo la Comisión.