Noticias 08 diciembre 2020

Preocupación en grupos minoritarios de Egipto por el aumento de denuncias por blasfemia

Según los analistas, un incremento repentino de los casos de blasfemia en Egipto podría ser una reacción a la turbulencia en torno a las caricaturas blasfemas en Francia.

 

 

El 11 de noviembre, Ayman Rida Hanna y Mounir Masaad Hanna, dos cristianos coptos, fueron remitidos a un Tribunal Penal, acusados de burlarse del Islam e insultar a la religión. Los hombres fueron arrestados en junio del año pasado después de que aparecieron en un vídeo en el que se discutía sobre la oración en el Islam, y desde entonces han estado en prisión preventiva.

El 12 de noviembre, la policía arrestó a un profesor cristiano, Youssef Hany, y a una estudiante musulmana, también por cargos de blasfemia. Ellos habían publicado comentarios en Facebook que decían, según las fuerzas de seguridad, que era un “religión insultante y de desprecio”. Ambos fueron liberados bajo fianza, pero Hany ha sido objeto de amenazas de muerte en las redes sociales, donde le han llamado blasfemo.

El 90% de la población de Egipto es musulmana. El Islam es la religión estatal y la ley de Sharia es la base para el proceso legislativo. Aunque la constitución dice que la libertad religiosa “es absoluta”, las minorías religiosas como los cristianos (aproximadamente el 10%) están experimentando discriminación continua, secuestros, acusaciones de blasfemia y violencia callejera.

Recientemente, las autoridades egipcias han ampliado la detención o el enjuiciamiento de ciudadanos acusados de blasfemia”, dijo un activista de derechos que quiso permanecer en el anonimato.

Actualmente estamos trabajando en un proyecto de ley para enmendar el artículo de la blasfemia, en un esfuerzo por detener el encarcelamiento de ciudadanos debido a comentarios o vídeos sarcásticos, porque esto viola la libertad de expresión”, comentó.

Si bien la ley egipcia prohíbe insultar a una “religión celestial” –a saber, el Islam, el cristianismo y el judaísmo– los críticos dicen que la ley rara vez se usa contra los comentarios públicos anticristianos.

El mes pasado, el presidente de Egipto, Abdel Fattah El-Sisi, dijo que existen límites a la libertad de expresión y que, si bien denunció la violencia como una manera de defender la fe o las creencias, los musulmanes tenían el “derecho” de no ser lastimados.

Si alguno tiene la libertad de expresar lo que hay en sus pensamientos, imagino que esta termina cuando se trata de ofender los sentimientos de más de 1.5 billones de personas”, dijo en un evento televisado para conmemorar el cumpleaños del profeta Mahoma.

Los comentarios del presidente de Egipto se produjeron luego de que las imágenes del profeta Mahoma, en Francia, causaran un clamo entre las comunidades musulmanas que las consideraban blasfemas.

Adoptar una postura contra la libertad de expresión en defensa del Islam es simplemente la opción más favorable para los dictadores en países de mayoría musulmana, como el presidente El-Sisi en Egipto”, apuntó Michael Bosch, analista de persecución de Puertas Abiertas. “Es la posición popular que sienta mejor en la mayoría de los egipcios. Y, al igual que el presidente Erdogan en Turquía, le brinda al presidente una excelente oportunidad para presentarse a sí mismo como el defensor de los fieles, quitando el viento a las velas de los islamistas radicales que, de otro modo, lo acusarían de ser infiel al Islam”, agregó Bosch.

Michael Bosch dijo que una tercera razón que explica por qué esta estrategia funciona para El-Sisi, es que ayuda a silenciar las críticas. “Los defensores de los derechos humanos y otros que son críticos del Islam, no están generalmente cuestionando la religión en sí misma, sino el modo en que se usa para oprimir los derechos de las minorías étnicas y religiosas, mujeres y otros grupos. Esos activistas también tienden a ser críticos del poder estructural que provoca y permite la opresión, como lo es el actual régimen egipcio”, dijo.

Los actuales arrestos pueden probablemente ser vistos como una respuesta a los ‘actos de blasfemia’ en Francia para subrayar aún más el compromiso de El-Sisi de no tolerar los insultos contra el Islam”, agregó.