En Colombia existe un proyecto de ley, el número 336 de 2023 de la Cámara de Representantes, «por medio de la cual se humaniza la política criminal y penitenciaria para contribuir a la superación del estado de cosas inconstitucional y se dictan otras disposiciones».
La Gaceta del Congreso, publicación encargada de recopilar la información legislativa del país, señala que el objetivo de este proyecto es «enfrentar el afán punitivo, […] reducir las penas, así como la creación de nuevos delitos», con el fin de reducir el hacinamiento y la crisis de derechos humanos que se vive en las cárceles del país.
Aunque parece una meta plausible, este objetivo causa preocupación entre los cristianos del país, ya que uno de los medios para conseguirlo sería eliminar algunos mecanismos legales de defensa contra la persecución religiosa.
En La Gaceta del Congreso se afirma que este proyecto de ley busca «la derogación de los delitos de los artículos 201 (violación de la libertad religiosa), 202 (impedimento y perturbación de ceremonia religiosa), 203 (daños o agravios a personas o cosas destinadas al culto), y 204 (irrespeto a cadáveres) del Código Penal Colombiano».
En resumen, una de las cosas que propone esta ley es eliminar del Código Penal (el conjunto de normas jurídicas punitivas del Estado colombiano) algunos de los delitos que atentan contra la libertad religiosa. El principal argumento a favor del proyecto es que se producen muy pocas imputaciones y condenas de este tipo en el país.
Una colaboradora local afirma que «conceder beneficios a los delincuentes aumenta el problema de la impunidad. Como muchos de estos delitos no pueden ser denunciados, los pastores y líderes deben sufrir constantemente insultos, calumnias y presiones sin que la justicia les ampare. Es muy peligroso dar libertad a la gente para atacar la fe de los demás, ya sea física, verbal o emocionalmente».
Señor, te doy gracias por tu pueblo en Colombia, y te ruego que les des sabiduría y fuerza en este momento. Oro que levantes líderes que prediquen tu Evangelio con denuedo, y también por las autoridades políticas, para que respeten los derechos de su gente. Amén.