El fundador de Puertas Abiertas, el hermano Andrés, tenía la convicción tan firme de que hay poder en la Palabra de Dios y en leerla que se arriesgó a ser encarcelado para introducir Biblias ilegalmente en lugares peligrosos. Cuando en 1957 miles de creyentes al otro lado del telón de acero pidieron Biblias, Andrés se las proporcionó. A nuestro hermano le encantaba ver las caras de los creyentes cuando tenían en sus manos por primera vez su propia Biblia. El amor de Andrés por la Palabra de Dios es uno de los pilares de Puertas Abiertas: nos comprometemos a llevar Biblias a los creyentes, cueste lo que cueste.
Recientemente, nuestros colaboradores entregaron Biblias de estudio a pastores en el noroeste de Venezuela, país cuyo colapso económico y corrupción política han desencadenado en una crisis alimentaria. Más de 7 millones de personas han abandonado el país desde 2015. Los pastores están luchando por sustentar tanto a sus iglesias como a ellos mismos. Aunque en el país hay libertad religiosa, la Iglesia no es libre del todo —si dicen algo que no agrada al Gobierno, pueden ser censurados, discriminados y perseguidos. Además, en las zonas más rurales o pobres hay una fuerte presencia paramilitar que dificulta el trabajo de pastores y líderes.
En respuesta a esta situación, Puertas Abiertas organizó un taller de habilidades de liderazgo para el ministerio. Al finalizar el taller, los 138 participantes recibieron una Biblia de estudio y asistieron a una sesión de orientación de 4 horas, cuya finalidad era equiparles y empoderarles para que usen las Escrituras para fortalecer su ministerio por toda la región.
Al igual que los creyentes a los que el hermano Andrés ayudaba, los pastores se conmovieron mucho al recibir las Biblias. Dieron las gracias a nuestro equipo local, pero también a ti y a todas las personas que apoyan a Puertas Abiertas; gracias a vuestras oraciones y ofrendas podemos llevar la Palabra de Dios a líderes apasionados por ver sus comunidades inundadas por el Evangelio.
«Ahora comprendemos que gracias al Espíritu Santo y a estos materiales recibiremos más sabiduría», compartió Luis, uno de los pastores que recibió una Biblia. También afirmó que esta le ayudará en gran manera a fortalecer su ministerio en la iglesia.
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para qué la envié.
Isaías 55:10-11
Señor, te ruego que sigas permitiendo que tus hijos puedan acceder a tu Palabra. Oro que proveas los recursos materiales y las personas necesarias para proseguir con esta labor. También que sigas dando el denuedo a tus hijos en los lugares en los que sufren persecución. Amén.