La primera fase de la islámica se aplicó en Brunei durante el 2014. Se penalizaron acciones como no respetar el mes del Ramadán o la propagación de religiones distintas al Islam, ambas castigadas con multas o incluso el encarcelamiento. La introducción de la segunda y tercera fase se ha retrasado ya en multitud de ocasiones, pero según fuentes oficiales se implementará de forma definitiva la primera semana de Abril de este año. La progresión de la sharía ha traído consigo mucha indignación y condena internacional al país y a su dirigente, el Sultán Hassanal Bolkiah que actúa como máximo dirigente. Estratégicamente, el anuncio de la finalización del proceso se ha hecho con poca antelación con el objetivo de minimizar la presión internacional.
"Nos sorprendió que el gobierno pusiera una fecha y se de tanta prisa en la implementar la ley. Estamos tratando de presionar al gobierno de Brunei, pero la realidad es que hay un plazo muy corto hasta que las leyes entren en vigor", dice Matthew Woolfe, fundador del grupo de derechos humanos The Brunei Project.
Una vez aprobada finalmente, los mas de 57000 cristianos que residen en el país podrían ver incrementada la persecución de forma alarmante. En un país que tiene el objetivo de ser 100% musulmán, la implementación de la ley islámica en su totalidad podría considerarse como uno de los últimos pasos que el Sultán y su órgano de gobierno necesitarían para lograr este objetivo.
En Brunéi, las políticas favorecen claramente a los musulmanes por encima de otras religiones y esto provoca, por ejemplo, que las comunidades cristianas no puedan ser registradas como iglesias o que la conversión sea algo ilegal. Si un cristiano es descubierto evangelizando podría enfrentarse a penas muy duras que además se verían agravadas con la introducción de la última fase de la sharía el próximo 3 de Abril.