Entre las víctimas del atentado se encuentran Debbie y Rebekah. Debbie tenía diez años cuando el atentado se llevó a su padre, su madre y su vista. Durante la primera visita de los miembros de Puertas Abiertas a su casa, se encontraba en silencio y con la cabeza gacha, muy diferente de la niña que ríe y juega en las visitas más recientes.
A pesar de las dificultades de estudio causadas por la pérdida de visión, Debbie sigue confiando en que Dios obrará un milagro en sus ojos. En 2022 se sometió a una operación experimental en la India, pero, debido a complicaciones, aún no ha recuperado la vista. Aun así, sigue siendo una niña valiente y perseverante que sigue adelante a pesar de las adversidades.
La tía de la pequeña Debbie, Vathany, y su esposo han acogido en su hogar a Debbie y su hermano Rufus, a pesar de estar recién casados. A principios de 2023, la pareja también fue bendecida con un niño. Vathany dio a luz a un niño sano que fue acogido por Debbie y Rufus. «Cuando vuelve del colegio, siempre le da un beso a su primito», dice Vathany, demostrando que la familia sigue unida y luchando juntos por un futuro mejor.
Rebekah, por su parte, sufrió graves quemaduras en el rostro y el cuerpo a causa de los bombardeos en el atentado de Semana Santa de 2019 en Sri Lanka, y ha tenido que someterse a numerosas cirugías en los últimos años. A pesar de las dificultades, Rebekah se casó el año pasado y se trasladó a Jaffna para empezar una nueva vida.
Ahora, la noticia de que está embarazada ha llenado de alegría a toda la familia. «Su bebé nacerá en junio», dice Vathany, emocionada. Debbie y Rufus también están entusiasmados con la noticia, demostrando que la vida sigue adelante y que la esperanza y el amor son más fuertes que cualquier adversidad.
La historia de Debbie y Rebekah es solo una muestra de la valentía y la determinación de los cristianos perseguidos en todo el mundo, que siguen luchando por su fe y su libertad a pesar de las amenazas y la violencia.
Señor, te doy gracias por Debbie y por su familia, y por ser un ejemplo de esperanza para tantos que sufren. Oro que tú sigas proveyéndoles lo necesario para sus vidas, así como para que Debbie pueda continuar con su educación. Te ruego que guardes a tu iglesia en este país, y que fortalezcas a tu pueblo. Amén.