Homayoun Zhaveh, de 64 años, y su esposa Sara Ahmadi, de 45, salieron de la prisión de Evin, en Teherán, el 9 de mayo, después de que el Tribunal de Apelación dictaminara que no había nada delictivo en sus reuniones con correligionarios y en tener literatura cristiana en su casa [Artículo18].
En noviembre de 2020, un tribunal condenó a la pareja a dos y 11 años de prisión, respectivamente, por formar parte de una iglesia en casa y dirigirla. En apelación, un mes después, la pena de prisión de Sara se redujo a ocho años, ya que el tribunal confirmó la pena máxima que se le había impuesto por uno de los cargos.
«Nadie debería ser sometido a la tortura que han padecido».
Mansour Borji
Sin embargo, los jueces de la 34ª sección del Tribunal de Apelación de Teherán no los declararon culpables de ninguno de los cargos, entre ellos el de actuar contra la seguridad del país, algo que el régimen iraní utiliza a menudo para atacar a las minorías religiosas.
«Los informes de los funcionarios del Ministerio de Inteligencia sobre la organización de grupos domésticos para promover el cristianismo, la pertenencia y la participación en grupos domésticos, no se consideran actos contra la seguridad del país, y la ley no los ha reconocido como actividad delictiva», dijeron los jueces en la sentencia.
La sentencia procede de la misma sala que absolvió a nueve conversos por falta de pruebas de que hubieran actuado contra la seguridad nacional, en febrero del año pasado.
Aunque fue un día de alegría, «nadie debería ser sometido a la tortura que han padecido», declaró Mansour Borji, director de propugnación de Artículo18, en respuesta al veredicto.
Dijo estar agradecido por los pocos jueces que reconocieron los derechos de los cristianos, pero señaló cómo «este último veredicto demuestra una vez más el carácter arbitrario de la sentencia que ha enviado a prisión a un número considerable de cristianos, muchos de los cuales sufren los efectos de su trauma años después».
Señor, te doy gracias por la liberación de Homayoun y Sara, y te ruego que continúes obrando para que más creyentes puedan ser liberados. Oro por ánimo para los creyentes de Irán, y también que tú guardes la vida de tu hijo, Homayoun. Amén.