La persecución de los cristianos es un fenómeno complejo que tiene muchas facetas. Cada acto de persecución priva a las personas de sus derechos básicos por una razón: su creencia en Jesucristo.
La persecución de los cristianos es un fenómeno complejo que tiene muchas facetas. Cada acto de persecución priva a las personas de sus derechos básicos por una razón: su creencia en Jesucristo.
En Puertas Abiertas, definimos la persecución contra los cristianos como "toda hostilidad hacia una persona o comunidad motivada por la identificación con la persona de Jesucristo".
Además, la Lista Mundial de la Persecución (LMP) define la noción de cristiano como "cualquier persona que se identifica con la persona de Cristo y/o pertenece a una comunidad cristiana como se reconoce en el credo histórico de la Iglesia o símbolo de los apóstoles".
La violencia corporal y material sufrida por los cristianos completa la evaluación sobre la que se basa la Lista Mundial de la Persecución. Sin embargo, los actos de violencia contra los cristianos pueden afectar también a uno o más de los cinco ámbitos del factor “opresión”.
De todos los derechos humanos, el derecho de religión es uno de los más frágiles, sin duda, porque implica otros derechos: libertad de pensamiento, de conciencia, de elegir la propia creencia, de expresarla... Pero es un derecho esencial contenido en el Artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, cristianos de más de 50 países en todo el mundo no disfrutan de este derecho o lo ven gravemente vulnerado.
• El derecho de pensamiento y de conciencia:
En Corea del Norte, por ejemplo, simplemente no existe. Es el régimen más cerrado del mundo. Los cristianos que no mantengan su fe en secreto serán arrestados, enviados a campos de prisioneros o incluso ejecutados junto a sus familiares.
• El derecho a expresar la propia creencia:
En muchos países, como Egipto u Uzbekistán, este derecho existe solo para las iglesias oficialmente registradas y se acompaña de un estricto control estatal y un gran número de restricciones.
• El derecho a cambiar de religión:
En la mayoría de países de Oriente Medio, un musulmán que decide convertirse en cristiano es considerado un traidor y se convierte en la vergüenza de su familia. Algunos países como Argelia han adoptado leyes contra la conversión para evitar que las personas se conviertan a cristianas.
En India, los hindúes que se convierten en cristianos pueden ser perseguidos de forma muy violenta incluso por las autoridades locales (golpeados, expulsados de su pueblo, etc.).
“Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.