La Iglesia Refugiada

Huir para sobrevivir

 

Desplazados por su fe

En 58 de los 76 países que conforman la Lista Mundial de la Persecución, los cristianos señalan que han tenido que ser desplazados, bien por motivos exclusivamente relacionados con su identidad religiosa o como factor adicional dentro de un complejo entramado de razones.

Actualmente, hay alrededor de 100 millones de personas desplazadas forzosamente por todo el mundo, la mayoría de las cuales son desplazados internos. Sin embargo, detrás de cada uno de ellos hay una historia única: situaciones y vivencias que han terminado llevando a alguien a tener que huir por razón de su extrema vulnerabilidad.

Desde Puertas Abiertas queremos arrojar luz sobre la situación de los cristianos refugiados o desplazados que han tenido que huir por su fe en Jesús. Según nuestra investigación, el desplazamiento de los cristianos es una estrategia deliberada de persecución religiosa, diseñada para erradicar la presencia cristiana en las regiones donde la persecución es más intensa.
 

 

¿Qué tiene que ver el desplazamiento forzoso y la persecución?

1. El desplazamiento de cristianos de su hogar o comunidad es una estrategia deliberada de la persecución religiosa a cristianos.

A veces se interpreta el desplazamiento como una consecuencia derivada de la persecución, pero en muchos casos es intencionado y forma parte de una estrategia más amplia para erradicar el cristianismo de una aldea, una región o un país. En algunos casos dicha estrategia es manifiesta y pública, mientras que en otras es encubierta e informal.

2. La visión global de la persecución religiosa será siempre parcial si se limita a la iglesia estática.

La persecución religiosa intensa no para en la frontera. Los cristianos que se ven forzados a desplazarse pueden ser víctimas de la persecución religiosa en cualquier etapa de su desplazamiento, y afrontar por consiguiente desafíos relacionados con su fe.

3. Los desplazamientos arrancan a los individuos y las familias de sus redes de apoyo sociales y comunitarias.

La pérdida de comunidad puede ser una de las amenazas que más minan la resiliencia de los cristianos y su sentido de la identidad. No solamente pierden su casa, sino también sus redes de apoyo económico y social y su seguridad. La separación de la familia propia es otra carga añadida.

 

«Parte de esta estrategia consiste en fracturar a las comunidades religiosas. El desplazamiento no es sólo una consecuencia de la persecución, sino parte de un plan intencionado más amplio para eliminar al cristianismo».

4. Los desplazados internos y refugiados cristianos afrontan desafíos nuevos y continuos dentro del contexto de su desplazamiento, principalmente la violencia psicológica y la inseguridad física.

Todos los desplazados internos y refugiados afrontan estos desafíos, pero su naturaleza e intensidad pueden obedecer en parte al grado de fe y actividad cristiana que profesa cada uno. La naturaleza de los desafíos varía desde los actos violentos de grupos religiosos que se centran en los cristianos desplazados, hasta el trauma que experimentan los conversos debido al rechazo y la violencia familiar. 

5. Las experiencias de los cristianos desplazados son definidas por las diversas vulnerabilidades adicionales que pueden intensificar la persecución religiosa.

La edad, el sexo, el trasfondo religioso, la etnia o el cargo público pueden influir en el grado y la forma de la persecución experimentada.

6. Los agentes del desplazamiento por motivos religiosos son: las unidades familiares, los funcionarios del gobierno, los miembros de la comunidad y los grupos religiosos violentos.
Pueden actuar paralelamente varios agentes, creando un conjunto de presiones de distintas fuentes que obligan a las personas a desplazarse. Los agentes también varían según el trasfondo religioso de cada persona.
 
Una decisión difícil
Al igual que cada persona que escapa tiene que tomar una decisión difícil, la decisión de permanecer también es complicada. Puede deberse a que no fueron atacados con la misma intensidad, o quizás a la imposibilidad de marcharse debido a una discapacidad o enfermedad. Otros pueden no tener recursos para poder hacerlo. En cualquier caso, tanto para los que huyen como para los que se quedan, la situación es extremadamente difícil.


 

Más que víctimas
Debemos considerar a los refugiados y desplazados internos como personas con derechos, no solo como víctimas. Un experto regional comentó que la iglesia en Irán se vio «enriquecida por tener conexiones con creyentes que provienen de un trasfondo islámico de fuera del país». Los refugiados y desplazados cristianos contribuyen al crecimiento y fortalecimiento de la iglesia local que les recibe.
7. Hace falta un mayor conocimiento y sensibilidad ante los desafíos que afrontan los refugiados y desplazados internos para poder satisfacer sus necesidades de protección.

Esta situación puede deberse a una negligencia no intencionada, pero a veces, los mismos gobiernos y organizaciones internacionales (o sus representantes) pueden llegar a ser cómplices efectivos de la discriminación y el desvalimiento de los cristianos desplazados.
 

«Vivo estos tiempos como una oportunidad para que mi fe se fortalezca y refine como el oro a través del fuego».

Hamid, refugiado afgano

El desplazamiento fragmenta a las comunidades, y esto representa una de las mayores amenazas a la resiliencia de los desplazados. Para aquellos que han perdido sus hogares y redes es vital que, además de cubrir sus necesidades prácticas, puedan integrarse en una comunidad que pueda ayudarlos a seguir adelante y a la cual ellos pueden contribuir.