El hermano Andrés

Fundador de Puertas Abiertas

 

La historia del contrabandista de Dios

En 1955, un misionero holandés decidió asistir a un congreso comunista juvenil en Polonia cuando el país aún formaba parte del bloque soviético. Sin embargo, este joven no era comunista, sino cristiano. En su maleta llevaba su Biblia, una muda de ropa y cientos de folletos titulados «La vía de la Salvación».  Su intención era repartirlos entre los participantes.
Su viaje tras el Telón de Acero le cambiaría la vida: pudo observar de primera mano la precaria situación de las iglesias. No solo les faltaban biblias, sino también el apoyo y las oraciones de sus hermanos. Parecía que el mundo se había olvidado de estos cristianos que se sentían solos y aislados.
Una tarde, durante su primera visita, acudió a una iglesia bautista en Varsovia donde le invitaron a hablar. Nos cuenta la historia en su best seller El contrabandista de Dios: «Al final de mi pequeño sermón, el pastor dijo algo que me resultó muy interesante: Queremos darle las gracias por estar aquí. Aun si no hubiera dicho ni una sola palabra, verlo aquí significa muchísimo para todos nosotros. A veces pensamos que estamos solos en nuestra lucha».
Este joven sería conocido como el Hermano Andrés. Y su viaje cambió el mundo.

Afirma lo que queda...

Mientras veía desfilar a los miles de delegados del Congreso de la Juventud, el Hermano Andrés oró a Dios, pidiéndole consejo. Abrió su Biblia y encontró el pasaje que le había llevado allí: «Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios» Apocalipsis 3:2.

En los años siguientes, tuvo que atravesar muchas veces el Telón de Acero para pasar biblias de forma clandestina, haciendo acopio de su valentía y poniendo su vida en peligro en el punto álgido de la Guerra Fría. Su trabajo se prolongó varias décadas durante las cuales estuvo en muchos lugares distintos. En su autobiografía El contrabandista de Dios, el Hermano Andrés rememora cómo cruzaba la frontera en su Escarabajo azul, conocido también como «el coche milagroso» debido a su gran aguante. Mientras pasaba biblias y literatura cristiana de contrabando al otro lado de la frontera, siempre oraba lo siguiente: «Señor, en mi equipaje llevo las biblias que quiero hacer llegar a Tus hijos. Cuando andabas entre nosotros, abriste los ojos de los ciegos.  Ahora, te ruego para que ciegues los ojos que ven. No dejes que los guardias vean aquello que Tú no quieres que vean».

Más que Biblias

A medida que el trabajo crecía, se unieron otros y comenzó un trabajo de contrabando de Biblias a los creyentes en los países comunistas. Y hoy, la pequeña misión holandesa del hermano Andrew se ha convertido en un ministerio internacional que trabaja en más de 60 naciones para fortalecer a la Iglesia perseguida.

Puertas Abiertas distribuye cientos de miles de biblias y literatura cristiana cada año, además de formar y apoyar a los cristianos perseguidos de otras maneras.

«Al principio, cuando descubrí a la Iglesia perseguida detrás del Telón de Acero, supe que era necesario hacerles llegar biblias», comenta el Hermano Andrés, «pero nuestra organización ha crecido mucho, por lo que han surgido otras necesidades. Por ejemplo, en algunos países, los pastores apenas tienen estudios teológicos, así que procuramos que reciban formación para que sean mejores líderes para sus congregaciones. En otras regiones, los cristianos sufren discriminación y no tienen acceso a educación o a un trabajo digno. Por esta razón, les prestamos una pequeña cantidad de dinero para que puedan empezar su propio negocio, lo que al mismo tiempo fortalece a la iglesia. Las necesidades y las estrategias varían según cada país».

Rompiendo barreras

Europa ya no es lo que era. Ahora mismo, el principal peligro para los cristianos ya no es el comunismo sino el islamismo radical. El Hermano Andrés ha viajado por gran parte del mundo islámico y ha establecido diálogo con los líderes de Hamás, Yihad islámica y Hezbolá. Es uno de los pocos líderes occidentales que viaja de forma regular a Oriente Próximo como embajador de Cristo. Además, a través de sus predicaciones ha roto las barreras religiosas entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa copta.
El Hermano Andrés ha recibido muchos premios y honores en sus años de servicio a la comunidad cristiana. Fue nombrado caballero por la reina Beatriz de los Países Bajos y en 1997 le otorgaron el premio Libertad Religiosa de la Alianza Evangélica Mundial como reconocimiento por una vida dedicada a la Iglesia perseguida. No obstante, lo que más le enorgullece son las copias de los informes de la KGB que consiguió tras la caída del Telón de Acero. En los informes, que constan de más 150 páginas, se detalla su trabajo en la Unión Soviética y Europa del Este. Aunque sabían mucho sobre el trabajo del Hermano Andrés, no fueron capaces de frenarlo.
Solía decir que «nuestra misión se llama ‘Puertas Abiertas’ porque creemos que siempre hay puertas abiertas, en cualquier momento y en cualquier lugar. Y lo creo firmemente. Todas las puertas están abiertas para entrar y proclamar a Cristo, siempre y cuando estés dispuesto a ir y no te preocupe el volver».

Obediencia diaria

Brother Andrew today

La historia del Hermano Andrés es extraordinaria, aunque él siempre subraya que simplemente obedeció a Dios.
«El verdadero llamamiento», ha asegurado, «se encuentra en la obediencia diaria y no en un sitio o puesto en concreto. Este llamamiento está dirigido a todos los cristianos, sin excepciones».
Nos diría lo mismo que les ha dicho a otros tantos: «la Biblia está llena de gente ordinaria que ha ido a sitios imposibles y ha hecho cosas maravillosas; todo porque decidieron seguir a Jesús».
En la actualidad, Puertas Abiertas tiene sedes en muchas partes del mundo. La siguiente generación de «Hermanos Andrés» continúa distribuyendo biblias, especialmente en aquellas regiones contrarias a la fe. Siguen yendo a donde sea necesario para demostrar a los cristianos marginados y perseguidos que el mundo no se ha olvidado de ellos y que nunca estarán solos.

El paso hacia el sí

En 1955, el Hermano Andrés lo arriesgó todo. ¿Y tú? ¿Estás dispuesto a orar, donar y alzar la voz para apoyar a tu familia perseguida?

Te ayudaremos a dar los primeros pasos de tu viaje como compañero de oración enviándote recursos sobre la oración y motivos por los que puedes empezar a orar. También puedes hacerte con una copia de El Contrabandista de Dios, el best seller del Hermano Andrés, que te inspirará a dar el paso.

Di sí y conviértete en un compañero de oración de la iglesia perseguida.

 

«Habiendo recibido ...lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios»

FILIPENSES 4:18