Noticias 10 diciembre 2020

Juicio contra los extremistas que atacaron una iglesia en Sudán

Por primera vez en la historia en la historia de Sudán se celebra un juicio contra individuos por atacar a una iglesia cristiana.

 

 

La semana pasada, nueve acusados comparecieron ante el Tribunal Criminal de Dar-Alsalam por su presunta participación en una serie de ataques incendiarios contra el edificio de una iglesia perteneciente a la Iglesia Sudanesa de Cristo, en Jarabona, un gran barrio marginal a las afueras de Jartum.

Un total de catorce personas están acusadas de estar involucradas en los ataques, pero “una está siendo juzgada por un tribunal separado para menores, mientras que se cree que el resto de los cuatro sospechoso están escondidos”.

Están acusados de intentar quemar el edificio de la iglesia. Luego del último ataque enviaron una carta a la autoridad local de Ombada, solicitando un despeje de la plaza donde se encuentra la iglesia. Si esto no se hacía dentro de tres meses tomarían medidas.

En marzo, el ministro de Asuntos Religiosos, Nasr al-Din Mufreh, nombró una comisión para investigar los ataques.

El gobierno interino de Sudán, establecido tras el derrocamiento del expresidente Omar al-Bashir, en abril de 2019, ha mostrado su intención de abordar las violaciones de la libertad religiosa del régimen anterior. En septiembre, anunció que planeaban eliminar el Islam como su religión estatal.

En noviembre, un tribunal sudanés absolvió a ocho líderes eclesiásticos de los cargos de ocupación illegal de sus Iglesias.

Aunque Puertas Abiertas dijo que da la bienvenida a estos desarrollos, la organización también dijo que le preocupa la amnistía general que el gobierno de transición ha extendido a cualquiera que haya estado involucrado en acciones militares, incluso en las montañas Nuba al sur de Sudán, donde viven muchos cristianos. El anuncio de amnistía se produjo después de que el gobierno y los principales grupos armados del país firmaran un acuerdo de paz en octubre.

Años de lucha en los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul, han matado y desplazado a cientos de miles de civiles, y destruido sus propiedades. Un informe de Puertas Abiertas de 2016, decía que los cristianos sudaneses se enfrentaban a una “limpieza étnica”.