Fallece el Hermano Andrés,
el «Contrabandista de Dios»

El Hermano Andrés fue el fundador de Puertas Abiertas, el ministerio que sirve a los cristianos perseguidos más antiguo del mundo. Las bases bíblicas de su fundación fueron Apocalipsis 3:2, «Despierta y fortalece lo que queda y está a punto de morir» y Apocalipsis 3:8, «He aquí que he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar».

En 2015, Puertas Abiertas celebró 60 años de ministerio. En 1955, el Hermano Andrés viajó a Polonia para asistir, junto a una delegación holandesa, al Festival Mundial de la Juventud Comunista. Allí, tras el telón de acero, descubrió una iglesia cristiana que necesitaba Biblias desesperadamente. El Hermano Andrés logró distribuir una maleta repleta de literatura cristiana, marcando así los humildes comienzos de Puertas Abiertas. Actualmente la organización opera en más de 60 países y a través de más de 1 400 empleados, para apoyar y fortalecer a los cristianos e iglesias perseguidos.

El Hermano Andrés solía decir: «Nuestra misión se llama Puertas Abiertas porque creemos que todas las puertas están abiertas, en cualquier momento y en cualquier lugar. Creo literalmente que todas las puertas están abiertas para entrar y proclamar a Cristo, siempre y cuando estés dispuesto a ir y no te preocupes por volver».

Su autobiografía, El contrabandista de Dios (God's Smuggler, en inglés), es un bestseller internacional. Desde 1967 se han vendido más de 10 millones de copias, en más de 35 idiomas. El libro detalla el valiente viaje del Hermano Andrés hacia una vida entregada a Jesucristo. Su historia incluye peligrosos cruces de frontera en su Volkswagen Escarabajo, persecuciones de la KGB, y conmovedores encuentros con cristianos desesperados por obtener una copia de las Escrituras. Existe también una segunda versión del libro actualizada, que se publicó en 2015 como parte de la celebración del 60º aniversario de Puertas Abiertas, y que incluye un epílogo adicional de veinte páginas con las nuevas aventuras vividas desde 1967 hasta hoy. 

Se estima que el Hermano Andrés ha llegado a visitar 125 países y recorrer más de un millón de kilómetros en sus viajes, para predicar el Evangelio y hacerse amigo de los necesitados. En las últimas décadas centró su atención en el mundo islámico y viajó principalmente a Oriente Medio y al sur de Asia. Por un lado, sentía claramente que la rápida expansión del islam podría ser un desafío mucho mayor que el comunismo para la iglesia cristiana en todo el mundo. Pero por otro, su amor por los demás le llevó a usar la palabra ISLAM como las siglas de «I  Sincerely  Love  All  Muslim» (Amo sinceramente a todos los musulmanes).

El Hermano Andrés dijo: «Si tenemos una imagen enemiga de cualquier grupo político o religioso, o nación, el amor de Dios no puede llegar a nosotros para llamarnos a hacer algo al respecto». Sus amistades y el amor de Dios lo llevaron a mantener reuniones privadas con los líderes de varios grupos fundamentalistas. Es uno de los pocos líderes occidentales que ha tratado regularmente con estos grupos como embajador de Cristo. Su libro La fuerza de la Luz: un relato conmovedor de la iglesia atrapada en el cruce de fuego de Oriente Medio (Revell, en EE.UU.; Hodder y Stoughton, en el Reino Unido), escrito junto a Al Janssen —de Puertas Abiertas— y publicado en 2004, detalla su labor en Oriente Medio. Un libro posterior, del que también fue coautor Al Janssen en 2007, fue Cristianos Clandestinos: Qué sucede cuando los musulmanes creen en Cristo.

El Hermano Andrés recibió numerosos honores por su trabajo. En 1993 fue nombrado caballero por la Reina Beatriz de los Países Bajos. En 1997 recibió el Premio a la Libertad Religiosa de la Alianza Evangélica Mundial, en reconocimiento a su vida de servicio a los cristianos que sufren y a su pasión por difundir el Evangelio. En 2003 recibió el premio Heritage of Faithfulness de la Asociación Cristiana de Adultos Mayores de California. Sin embargo, de lo que más se enorgullece el Hermano Andrés es de haber sido nombrado «Hermano de Sangre» de la tribu india Apache en los 80; el nombre apache que le fue adjudicado en la ceremonia significa «El que rompe las líneas».

A través de Puertas Abiertas, el Hermano Andrés ha hecho que la organización llegue a lugares donde la mayoría de los cristianos no van. Su red clandestina de cristianos autóctonos ha ayudado en la distribución de millones de Biblias cada año en todo el mundo, y también en la formación de cientos de miles de líderes de la iglesia. A esto se añade, la ayuda económica, clases de alfabetización y formación profesional que el ministerio aporta en los países más peligrosos del mundo.

Ted Blake, director de Puertas Abiertas España dijo: «la vida del Hermano Andrés es una muestra de lo que Dios puede hacer con una persona normal y corriente cuando deja su vida en sus manos».

El Hermano Andrés estuvo casado durante 59 años con su esposa, Corry, que falleció el 23 de enero de 2018. Les sobreviven sus cinco hijos y once nietos.