Noticias India | 24 mayo 2023

Creyentes traumatizados: más de 60 asesinados en Manipur

La violencia más evidente en Manipur ha llegado a su fin. Parece que la situación se ha calmado, pero sería un error pensar que la paz ha llegado a este estado del noreste de la India.

 

 
Los colaboradores de Puertas Abiertas afirman incluso que la región está «al borde de la guerra civil», un presentimiento que muchos comparten. ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Cuál es la situación actual? ¿Qué está pasando con los cristianos? ¿Y cómo podemos orar y ayudar? Nuestro equipo de Puertas Abiertas en la India ha pasado las dos últimas semanas hablando con los colaboradores locales en Manipur, quienes han respondido a algunas de estas preguntas:
 

¿Qué ha ocurrido?

El 3 de mayo, las tensiones entre la tribu mayoritariamente cristiana Kuki y el pueblo mayoritariamente hindú Meitei, en el estado de Manipur (noreste de la India), se convirtieron en violencia. Los disturbios provocaron la quema de más de 200 iglesias y la muerte de más de 60 creyentes.

Las tensiones entre estos dos grupos vienen gestándose desde hace décadas. Pero la raíz de la violencia más reciente fue la decisión del Gobierno prohindú de Manipur de conceder a los meitei más tierras y beneficios, junto con el desalojo de los kukis cristianos de sus tierras ancestrales. La tribu kuki protestó contra estos acontecimientos, y las protestas desembocaron en violencia.
 

¿Qué está pasando con los cristianos?

En respuesta a dichas protestas, los extremistas del grupo étnico meitei aprovecharon la ocasión para atacar iglesias; y no solo iglesias cristianas de la tribu kuki, sino también iglesias cristianas de su propia tribu, en la que la mayoría de los cristianos son hindúes convertidos.

Se han quemado más de 230 iglesias y, según nos informan los colaboradores locales de Puertas Abiertas, hay un grupo extremista que está sigue buscando activamente a líderes y pastores cristianos, probablemente para matarlos. Los cristianos de ambas tribus han abandonado sus hogares y se les pide que renuncien a su fe y acepten el hinduismo. Aunque algunos de los kuki han regresado a su tierra tribal, los creyentes meitei siguen sufriendo ataques y muchos de ellos se ven obligados a reconvertirse al hinduismo.

Debido a la delicada situación, incluso los mismos colaboradores locales de Puertas Abiertas se han enfrentado a tremendas pérdidas y están buscando refugio en campos de refugiados. Además, muchos creyentes siguen escondidos en zonas montañosas y fronterizas.

¿Cuál es la situación actual?

No es seguro para los forasteros entrar en las zonas afectadas; las personas que pueden salir de la zona se refugian en los estados fronterizos de Manipur. Muchas personas han sufrido pérdidas humanas y materiales. La gente no tiene comida ni refugio y sigue sufriendo amenazas y violencia física. El acceso a Internet se cortó el 3 de mayo y aún no se ha restablecido. Tampoco se puede acceder a los cajeros automáticos. Los precios de los alimentos y el combustible se han cuadruplicado. Se han quemado suministros de alimentos y camiones militares.
 

¿Cuál es el futuro de Manipur y de los cristianos allí?

Los colaboradores locales de Puertas Abiertas creen que las cosas van a empeorar. Algunos dicen que podría estallar una guerra civil. Se prevé que los cristianos de Manipur sufran más persecución, en forma de conversiones forzadas, violencia física y ejecuciones. También se teme que la violencia se extienda a los estados circundantes.
 

¿Cómo podemos ayudar en esta situación?

Es importante que la Iglesia mundial alce la voz, apoye y ore por los cristianos afectados en Manipur. Esto es mucho más que un enfrentamiento étnico. Manipur es conocida por su numerosa población cristiana y sus fuertes grupos eclesiásticos.

Según los últimos informes in situ, se han quemado más de 230 iglesias, se han destruido más de 1000 casas e instituciones cristianas y han muerto más de 60 personas. Más de 10 000 cristianos han sido trasladados a lugares más seguros. La comunidad podría tardar décadas en recuperarse y volver a como era antes de toda esta violencia.

Este incidente muestra también lo vulnerables que son los cristianos en la India; en la mayoría de los estados del país, los cristianos representan una minoría todavía más pequeña que en Manipur. Así que, si los cristianos pueden ser objeto de este tipo de ataques en un estado como Manipur, ¿cuál podría ser su situación en otros estados?

Los colaboradores de las iglesias locales de Puertas Abiertas respondieron inmediatamente a las necesidades urgentes y se están preparando para proporcionar ayuda a largo plazo. Si sientes una carga, tu donativo podría satisfacer las necesidades inmediatas de los cristianos en la India, así como el apoyo a largo plazo para las familias afectadas. Todos los fondos adicionales que se recauden serán destinados a ayudar a los cristianos de la India que se enfrentan a diario a presiones y a veces a violencia por su fe. Haz clic aquí para hacer un donativo.
 

¿Cómo puedo orar?

«Necesitamos las oraciones de la iglesia», dice Kuber*, un creyente kuki. «Por favor, orad por nosotros. Orad por la situación y orad por los creyentes de aquí».
 
150 €
Podrían proporcionar ayuda médica de emergencia, comida y refugio a cuatro creyentes.
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ORA

Pide a Dios que ayude a las víctimas de los ataques, que reconstruya la iglesia de Manipur y que fortalezca a su pueblo.
Ora para que se instaure la paz y para que la presencia de los cristianos en Manipur sea una bendición tanto para los hindúes como para los cristianos, y que contribuya al crecimiento del pueblo de Dios.
Ora para que Dios cambie los corazones de los extremistas que atacan a los cristianos. Pídele que les revele la verdad y que, de alguna manera, vean el amor de Jesús en esta situación y se vuelvan a Él.

UNA ORACIÓN POR MANIPUR

Señor, te ruego por los cristianos de Manipur, que los ayudes a permanecer firmes y a poder reconstruir sus vidas. Oro que tú proveas medios para alcanzar acuerdos y llegar a un entendimiento duradero, y también que transformes los corazones de los radicales. Amén.