Noticias 02 junio 2016

20.000 biblias: una corriente de agua viva en la iglesia palestina

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En menos de doce meses estaban completamente agostadas: 20.000 Nuevos Testamentos de edición especial para creyentes ortodoxos palestinos. Para muchas familias, esta Biblia es la primera que poseen personalmente. Un líder clave de la iglesia dice acerca de este proyecto: “Deberíamos haber hecho esto hace 2.000 años”.

Debió sentirse lo mismo cuando ocurrió la Reforma en Europa hace varios siglos. En ese entonces la gente asistía a la iglesia y sabía sobre las Buenas Noticias de Cristo, pero no habían leído la Biblia por sí mismos. Y de repente la Palabra de Dios se puso disponible para ellos: por primera vez estaban leyendo el Evangelio por sí mismos. Fue el principio de un gran avivamiento espiritual.

En la iglesia ortodoxa griega, la denominación a la que pertenecen la mayoría de palestinos, la vida espiritual tiene mucho que ver con los sacramentos, los símbolos y las tradiciones que están arraigadas en las reuniones diarias de adoración en la iglesia. Hasta el año pasado, muchas iglesias no tenían suficientes biblias impresas disponibles para llevar a casa y por eso la lectura de la Biblia tenía lugar principalmente en las iglesias. Además, leer la Biblia en privado no era una práctica. “Un sacerdote que conozco tenía solo 10 Biblias en su iglesia”, comparte Nashat Filmon, el director ejecutivo de la Sociedad Bíblica palestina. “Las familias ortodoxas no tienen la oportunidad de leer la Biblia en casa”.

Eso ha cambiado recientemente. A principios de 2015 las relaciones positivas entre la Sociedad Bíblica palestina y los líderes de las iglesias ortodoxas concluyó en la publicación de un Nuevo Testamento ortodoxo. Nashat explica: “Es una traducción árabe fácil de entender que contiene fotos de iconos y, lo más importante, una carta de recomendación del Patriarca, la cabeza de la iglesia”.

Para una persona de fuera puede parecer trivial, pero para muchos cristianos ortodoxos esta recomendación sacerdotal es muy importante. “Necesitan la carta del Patriarca; necesitan saber que está todo bien”, aclara Nashat. 

Y todo fue bien. Hubo una gran demanda de Nuevos Testamentos. En un año todas las 20.000 copias habían sido entregadas a las familias cristianas palestinas, muchas de ellas en zona oeste, Gaza e Israel.

La respuesta fue abrumadora según Nashat: “La gente me llama a diario. ‘Nunca soñé que tendría mi propia Biblia’, me dijo un hombre”. Otros cristianos están contactando con Nashat desde el Jordán, Qatar e incluso de los Estados Unidos para agradecer a su organización su trabajo imprimiendo la Biblia.

Nashat también comparte cómo los líderes de la iglesia de Jerusalén también están emocionados por el impacto de la Biblia en sus feligreses. “Ha sido un gran honor que el patriarca de la iglesia ortodoxa dirigiera la celebración del lanzamiento de esta versión junto con otros líderes de iglesia. En la celebración uno de los líderes dijo, ‘deberíamos haber hecho esto hace 2.000 años’”.

La Sociedad Bíblica espera un fuerte impacto espiritual procedente del proyecto de impresión de la Biblia dirigido a los cristianos palestinos. “Es una corriente de agua viva fluyendo a través de la iglesia ortodoxa. Está a punto de ocurrir un avivamiento porque la Palabra de Dios está disponible de una forma completamente nueva”, dice Nashat.

Un particular encuentro con una cristiana que recibió una de estas 20.000 Biblias tuvo un gran impacto en Nashat Filmon: “Una mañana estábamos visitando el área de Yenín y vi a una mujer mayor leyendo su nueva Biblia a la primera luz de la mañana, sentada a la puerta de su casa. Una hora después, cuando volvimos, todavía estaba allí; parecía no haberse movido nada. Y todavía estaba leyendo de la Palabra, a plena luz del día. Había estado leyendo durante una hora entera”.

En su oficina de Jerusalén, Nashat nos cuenta acerca de la Tierra Santa como cuna del cristianismo. Los cristianos palestinos están orgullosos de su herencia, nos explica. “La Iglesia se estableció en esta misma ciudad en Pentecostés y ha habido cristianos en Tierra Santa desde entonces”.

Muchos cristianos palestinos han emigrado en las últimas décadas. El porcentaje de cristianos se ha reducido del diez por ciento de la población palestina en 1920 a poco más del uno por ciento en la actualidad. Sin embargo, Nashat mantiene la esperanza. “El cristianismo está decayendo, sí. Pero gloria a Dios porque un poco de sal es todavía suficiente para dar sabor. Es mejor tener un poco de sal que funcione, que tener mucha sal insípida. Orad para una reforma entre los cristianos palestinos y por una brisa fresca del Espíritu Santo que se mueva a través de la Iglesia”.

Nashat está siendo testigo de que la Biblia une a los cristianos palestinos. “La Palabra nos une -católicos, evangélicos, coptos y ortodoxos; juntos somos la novia de Cristo. Mi oración es que nosotros como cristianos nos unamos y seamos capaces de liderar el camino en un proceso de reconciliación en Tierra Santa, mostrando que hay esperanza y perdón. Nuestro llamado es a llevar un poco de luz. Esto es suficiente para acabar con la oscuridad”.