Nuestros Valores

y Declaración de Fe


 
Nuestro propósito
Nuestros valores

Nuestro propósito es el de fortalecer y preparar a cualquier miembro del Cuerpo de Cristo que esté viviendo en condiciones difíciles o que esté siendo perseguido debido a su fe en Jesucristo, y, a través de las siguientes actividades, alentarlos a involucrarse en la evangelización del mundo:  

  • Proporcionar Biblias y otro material cristiano, formación en liderazgo, desarrollo socio-económico, además de intercesión. 
  • Preparar al Cuerpo de Cristo que vive en áreas de riesgo para que puedan enfrentar la persecución y el sufrimiento. 
  • Movilizar a la Iglesia y educarla para que se identifiquen con sus hermanos perseguidos y se involucren de forma activa. 

Nuestras acciones se basan en la creencia de que cuando un miembro sufre, todos sufren con él (1 de Corintios 12:26). Dios abre las puertas y permite que Su Cuerpo vaya por todo mundo y predique el evangelio.   

«De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan».

1 Corintios 12:26

Nuestros 7 valores fundamentales

  1. Parte del Cuerpo de Cristo; personas que van de «persona a persona»
    Inspirado por Apocalipsis 3:2 («Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir»), el Hermano Andrés nos dice que se nos valora más por estar presentes que por los 10 mejores sermones que podamos aportar. Lo más importante que podemos hacer es simplemente “estar ahí” al lado de nuestros hermanos perseguidos.  
     
  2. Motivados por la Iglesia perseguida
    Jesús está donde hay necesidad, ya sea en una iglesia, una escuela, una casa o un mercado, y es ahí, junto a ellos, donde estamos trabajando
     
  3. Gente de la Biblia
    Cuando leemos la Biblia, vemos desplegarse ante nosotros la imagen de Dios, que nos anima a vivir como nuevas criaturas. Entender quién es Dios y quiénes somos en Él nos libera del miedo en cualquier situación o desafío.
     
  4. Gente de oración
    Reconocemos que estamos en una batalla espiritual (Efesios 6: 10-18) y vemos el poder de la oración como un arma poderosa para satisfacer las necesidades de los demás. Siempre está relacionado con llegar a un mundo perdido con Jesús.
     
  5. Vivir y trabajar en fe
     Creemos que la puerta siempre ha estado abierta para el evangelio; es más, jamás estuvo cerrada (Mateo 28:19). Nunca perderemos de vista esta verdad fundamental, pues nos mantiene mirando hacia adelante.  
     
  6. Entregados a Jesucristo y a Su comisión
    Queremos mostrarle al mundo que existe un estilo de vida distinto para aquellos que creen en Jesucristo, para conquistar el mundo como testigos de su eterna verdad. Así fueron las últimas palabras de Jesús en el Evangelio de Juan, «Sígueme» (Juan 21:22). Por tanto, vemos al mundo como un desafío, no una amenaza. 
     
  7. Motivados únicamente por la gloria de Dios
    Nuestra motivación debe ser la compasión por los perdidos, no el interés propio. Trayendo así la gloria de Dios a través de Su hijo, Cristo Jesús. 

Nuestra Declaración de Fe

Puertas Abiertas es un ministerio cristiano evangélico

Nuestra fe trinitaria se consagra y se expresa en los credos históricos de la iglesia.
Esta entidad fundamenta su actuación en las doctrinas y principios proclamados en la Palabra de Dios —La Biblia—, manteniendo el Credo Apostólico como base de fe:

Creemos en Dios Padre Todopoderoso,  
creador del cielo y de la tierra, 
y en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor, 
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,  
nació de la virgen María, 
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, 
fue crucificado, muerto y sepultado. 
Descendió a los infiernos, 
al tercer día resucitó de entre los muertos, 
subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso. 
desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. 
Creemos en el Espíritu Santo, 
la Santa Iglesia Cristiana, 
la comunión de los santos, 
el perdón de los pecados, 
la resurrección de la carne 
y la vida eterna. 

  

«Dios nos invita a influir en nuestra comunidad, nuestra nación y el mundo entero».

EL HERMANO ANDRÉS