«Para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios [...] Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios». 2 Corintios 9:11-12 

Unas palabras para nuestros compañeros de oración

Puertas Abiertas ha servido a la iglesia perseguida en todo el mundo durante mas de 65 años. Cada año, los casos de persecución aumentan. El año pasado no ha sido diferente. 

Sin embargo, cuando echamos la mirada atrás, solo podemos dar gracias a Dios por la devoción, la generosidad y la compasión que habéis demostrado: no solo habéis participado activamente con vuestras oraciones y donaciones, también habéis defendido a nuestra familia perseguida con pasión y compromiso. 

Aunque sabemos que no es un camino fácil, vuestro apoyo ha permitido a nuestros equipos y colaboradores sobre el terreno perseverar a través de los grandes desafíos. A pesar del aumento en la persecución, queremos dar gracias a Dios que con vuestra ayuda hemos podido incrementar nuestra labor como ministerio para hacer llegar aún más lejos Su gloria. 

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Reparto de Biblias y literatura cristiana 

La generosa aportación de nuestros compañeros de oración contribuyó a suministrar libros y otros materiales a los cristianos perseguidos. 

Formación en liderazgo y discipulado

Gracias a la generosidad de nuestros compañeros de oración, parte de la recaudación se destinó a los programas de preparación teológica, de discipulado, de profesores de escuela dominical y de atención postraumática. 

Protección de vidas, apoyo a los medios de subsistencia

Una buena parte de la recaudación se destinó al desarrollo comunitario, la capacitación en medios de subsistencia y proyectos de ayuda a lo largo del año. 

Propugnación de los derechos y libertades

Una parte de los fondos recaudados se destinó a los servicios de propugnación de los derechos y libertades que incluyeron apoyo legal y formación para los creyentes perseguidos. Asimismo , se ha invertido en campañas de concienciación.
 

«Somos conscientes de las bendiciones físicas y espirituales que nos dan. Sabed que cada cosa que hacéis por nosotros, grande o pequeña, es como una hermosa canción en los oídos de nuestro Señor Celestial. Queremos que la próxima generación de creyentes continúe la labor que habéis empezado».

Creyente norcoreano