Historias Siria | 13 octubre 2022

Sirviendo a la comunidad

150 ancianos reciben alimentos gracias a tu oración y apoyo.

 

 
El olor a comida casera llena la sala principal de la iglesia. Alrededor de una docena de mujeres preparar el almuerzo de 150 ancianos, quienes, un día más, podrán disfrutar de una deliciosa comida. Frente al edificio se hornean los kibe (plato tradicional sirio). Dentro se prepara una base de arroz dulce. Pronto, los repartidores comenzarán a distribuir estos alimentos para sus beneficiarios..
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«Simplemente queríamos apoyar a aquellas personas mayores que se quedaron solas, sin nadie al cuidado de ellos». Esa fue la razón por la que, hace cuatro años, Nariman Khoury y otras mujeres como ellas comenzaron con un proyecto de cocina benéfica en la Iglesia Griega Ortodoxa, uno de los Centros de Esperanza en Siria. Junto a Nazek, coordinan el trabajo de cocina.

El pelo de Nariman está cubierto por un gorro blanco de cocina. Nos explica mientras que el resto de las mujeres continúan con el trabajo: «Ayudamos a estas personas que no pueden valerse por sí mismas. Sus hijos han abandonado el país, o simplemente no tienen familia. Son los olvidados de la guerra. Reciben una comida saludable gratuita dos días a la semana».

  

«Ayudamos a estas personas que no pueden valerse por sí mismas. Sus hijos han abandonado el país, o simplemente no tienen familia». 

Una ayuda fiel

«La necesidad es enorme», añade Nazek. «Sin esta comida, la situación de estas personas sería miserable». Pero reciben mucho más que algo bueno para comer. «Les visitamos dos veces a la semana. En torno a 20 personas trabajan como voluntarios en este proyecto. Nos encanta ayudar».

Tanto Nariman como Nazek han sufrido cáncer de mamá. «Los doctores nos prohibieron hacer cualquier tipo de trabajo, pero cuando lo hacemos, nuestra fatiga desaparece», dice Nazek. «Somos conscientes del sufrimiento de la gente porque también nosotros lo hemos vivido».

Ora con Nariman
  • Da gracias a Dios por el ejemplo de fe de Nariman y Nazek.

  • Ora para Dios provea los recursos que necesitan para continuar con su labor.

  • Ora para que los microcréditos ayuden a otros a reconstruir sus vidas.
Una oración por Nariman
Señor, te doy gracias por ejemplos como el de Nariman o el de Nazek. Te pido que continúes proveyéndoles los recursos que necesitan para seguir dando testimonio de ti a través de estas ayudas. Por favor, haz que su trabajo dé fruto abundante. También que los proyectos para generar ingresos tengan éxito. Amén.

La situación actual de Siria contrasta con la vida de los sirios en 2011, antes del comienzo de la guerra. «La gente tenía lo suficiente, no había necesidad, teníamos una buena vida».

Nariman perdió todo en la guerra: «Vivíamos en Homs. Mi marido era doctor y yo farmacéutica. Nuestra casa fue destruida, y la farmacia también. Mi marido fue secuestrado y amenazado. Perdimos todos y nos vinimos aquí, por eso sé lo que está sufriendo la gente». Entonces comenzaron un nuevo negocio. «Antes de la guerra teníamos unos ingresos de 6 000 € mensuales. Éramos ricos. Ahora, no llegamos a los 1 000 €, pero estamos bien».
 

Nuevas oportunidades

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Suena el teléfono. «Disculpad, tengo que atender esta llamada», indica Nariman.

Cuando regresa, sus ojos están llenos de lágrimas. «Era mi hijo, acaba de confirmarme que ha podido salir del país».

Igual que muchos jóvenes en su situación, no había futuro para él en el país. «Incluso en los casos en los que las familias tienen algún ingreso, resulta insuficiente para sostener a una familia».

36 €
podrían proporcionar alimentos básicos, ropa de abrigo y mantas a un cristiano de Siria para el invierno
DONA AHORA

La iglesia no quiere que la gente se vuelva dependiente de la comida que ellos preparan. Por ello, también proporcionan microcréditos con los que empezar nuevos negocios.

«Deben pagar el crédito después de tres meses, pero sólo tienen que devolver el 20% de lo proporcionado. Esperamos que esto ayude a las nuevas generaciones a permanecer en Siria».