Nuestro nuevo hermano en Nigeria

Recientemente, nuestro equipo de campo en Nigeria ha comprobado de manera poderosa y cercana lo que Puertas Abiertas llama el ministerio de la presencia. A menudo, los creyentes perseguidos simplemente quieren que se les anime para que sepan que no están solos, sobre todo en el caso de los recién convertidos. Ahí es donde intervienen nuestros colaboradores locales: pueden sentarse junto a nuestros hermanos heridos y orar con ellos, asegurándoles que Dios y la Iglesia mundial conocen su nombre y su historia.

Yusuf tenía tan sólo 8 años cuando escuchó por primera vez el Evangelio. Pero al vivir en una región del norte de Nigeria dominada por los musulmanes, su familia no le permitió seguir conociendo esta buena noticia que había oído. Incluso hicieron todo lo posible por disuadirle de reunirse con otros cristianos: enviaron al muchacho a vivir a otro estado y su tío lo llevó a la mezquita local de allí, intentando eliminar por completo el cristianismo de su vida.

A pesar de lo mucho que su tío se esforzaba por mantenerlo ocupado, muy pronto Yusuf conoció a otros creyentes. Ya con 20 años, en abril de 2022, Yusuf tomó una decisión muy atrevida: dejó de ir a la mezquita y finalmente se armó de valor para entregar su vida a Jesús, a pesar de que su familia estaba totalmente en contra.

Casi de inmediato, este joven creyente pagó el alto coste de su decisión vital. Cuando su familia se enteró del cambio que se había producido en Yusuf, empezaron a acosarle. Pronto se vio rechazado y expulsado de la única familia y hogar que hasta ahora había conocido.

Una nueva familia

Fue entonces cuando nuestros colaboradores locales conocieron a Yusuf. Por la gracia de Dios, este nuevo creyente encontró el camino a uno de los centros de discipulado de la zona que apoya Puertas Abiertas. Allí puede seguir a Jesús sin miedo y le han dado la oportunidad de pasar todo un año de formación junto a otros creyentes de su misma procedencia.

En un momento hermoso, uno de nuestros colaboradores locales del centro se sentó con este joven y oró por él, dándonos un poderoso ejemplo de presencia y de cómo nosotros también podemos orar por los nuevos miembros de la familia de Dios cuando se enfrentan a la persecución por su valiente decisión.

Como nos recuerda nuestro colaborador local en su oración llena de fe, a Yusuf se le negó la comida, se le dejó sin hogar y fue rechazado por su familia. Pero nosotros servimos a un Buen Pastor que nos ama y no nos abandonará:

«Nuestro Salvador Señor Jesucristo,

Buen Pastor, te damos gracias por tu bondad sobre nosotros. Te damos gracias, Padre, por la vida de tu siervo.

Se ha enfrentado a muchos retos en su vida por aceptarte a ti, Jesús. Le negaron la comida en casa y fue rechazado por su familia.

Pero te damos gracias, Padre misericordioso, por tu amor y tu gracia. Tú le trajiste a la familia de Cristo.

Te damos las gracias, Señor.

Es un joven con muchas necesidades y deseos, te pedimos que le ayudes y le proveas de todo ello. Oramos por fortaleza para su camino de fe,

dale el entendimiento de tu Palabra, y llénale de tu Espíritu Santo. Ayúdale en su camino de fe. Señor, sabemos que eres un Buen Pastor.

No le abandonarás.

Esta es nuestra súplica con fe y con gratitud.

Te lo pedimos en el nombre de Jesús.

Sabiendo que harás mucho más de lo que te pedimos. En el nombre de Jesús.

Amén».